Nicolás Maduro se prepara para la guerra contra Estados Unidos. En una rueda de prensa de este lunes con medios internacionales, el presidente venezolano ha advertido a su homólogo norteamericano, Donald Trump, que "si Venezuela fuera agredida, pasaría inmediatamente al periodo de lucha armada". "Si Venezuela fuera agredida, pasaría inmediatamente al periodo de lucha armada, en defensa del territorio nacional y de la historia y del pueblo de Venezuela, y declararíamos constitucionalmente la República en armas", ha afirmado, en medio de las tensiones con EE.UU., que han desplegado barcos de guerra en el mar Caribe como parte de sus acciones contra el narcotráfico. El dirigente también ha dejado claro que se trataría de una estrategia "eminentemente defensiva" que incluiría "dos formas de lucha", una diplomática y otra de armada.

En esta línea, Maduro ha avisado a Trump que el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, quiere "mancharse las manos" con "sangre venezolana", y ha acusado al jefe de la diplomacia estadounidense de buscar un cambio político en el país caribeño con una "amenaza militar". "Míster presidente Donald Trump, usted tiene que tener cuidado porque Marco Rubio quiere mancharse las manos de sangre, con sangre sudamericana, caribeña, con sangre venezolana, lo quieren llevar a un baño de sangre", ha dicho, a la vez que ha tildado a Rubio de "señor de la guerra".

1.200 misiles de EE.UU. apuntan hacia Venezuela

El presidente venezolano también ha denunciado que ocho barcos militares desplegados por EE.UU. con 1.200 misiles y un submarino nuclear apuntan hacia Venezuela, cosa que ha calificado de una amenaza extravagante, injustificable, inmoral y absolutamente criminal" que considera "comparable" con la crisis de 1962 en Cuba —cuándo la Unión Soviética intentó instalar misiles nucleares de alcance medio en la isla, cosa que provocó una crisis con EE.UU. y llevó a las dos superpotencias cerca del conflicto atómico—. "Venezuela está afrontando la mayor amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos cien años. (...) Ellos (el gobierno de EE.UU.) han querido avanzar hacia lo que ellos denominan la máxima presión, en este caso militar, y delante de la máxima presión militar, nosotros hemos declarado la máxima preparación para la defensa", ha dicho.

Maduro ha dicho que las autoridades estadounidenses se equivocan creando una "narrativa bien absurda" sobre el combate contra el narcotráfico para justificar el envío de barcos de guerra, ya que ha insistido en el hecho de que Venezuela tiene "récord" en la lucha contra el comercio ilegal de narcóticos. En este contexto, el líder chavista ha señalado que los dos canales de comunicación que tiene con EE.UU. están "estropeados", en referencia a John McNamara, el encargado de Negocios interino de la llamada Oficina Externa de EE.UU. para Venezuela; y Richard Grenell, enviado especial de Trump. Sin embargo, ha concluido que su país seguirá "recuperando" sus migrantes en el exterior, entre los cuales hay los deportados por los norteamericanos.

Reunión urgente de la Celac por la amenaza de EE.UU.

Por otra parte, los ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) han pedido mantener la región "como una tierra de paz", después de una reunión virtual de urgencia para analizar el despliegue naval de los EE.UU. al Caribe. La canciller colombiana y anfitriona de la reunión, Rosa Villavicencio, ha asegurado que el organismo apuesta por "la necesidad de mantener la América Latina como una tierra de paz, fuera de cualquier intervención y en el estricto respeto a las declaraciones de las Naciones Unidas y al mantenimiento de la paz y de la soberanía de los países". "La Celac nació para hablar con voz propia, y hoy esta voz tiene que decir sin ambigüedades: rechazamos la lógica de intervención, reafirmamos la carta de las Naciones Unidas, exigimos que toda preocupación legítima se canalice por vías diplomáticas y multilaterales", ha expresado. Y ha concluido: "Proteger la zona de paz no implica negar nuestras diferencias internas ni minimizar la gravedad del crimen organizado transnacional. Significa enfrentarlo con instituciones, cooperación judicial y policial, y confianza mutua, no con amenazas militares que inevitablemente acaban generando implicaciones negativas para la seguridad humana, el comercio, el turismo y las economías de nuestros países".

En esta reunión, el canciller venezolano, Yvan Gil, ha afirmado que 4.200 soldados "entrenados" de EE.UU. están "preparados" para invadir Venezuela, y ha exigido a Washington la retirada inmediata de estos militares y de las ocho embarcaciones que están desplegadas delante de su litoral. Con respecto al submarino nuclear, ha considerado que no solo viola la zona de paz que se declaró en 2014, sino que también viola el Tratado de Tlatelolco de 1967 —que declaró la América Latina y el Caribe como zonas libres de armas nucleares—. Gil ha manifestado que la excusa de EE.UU. para este despliegue "inusitado y grosero" es "un relato totalmente falso" sobre "un supuesto cártel que han denominado el Cártel de los Soles" —una presunta organización narcotraficante señalada como terrorista por Washington, que la vincula con el gobierno de Maduro—.