Revés importante de Estados Unidos a Nicolás Maduro. Según ha anunciado la fiscal general norteamericana, Pam Bondi, EE.UU. ha decomisado bienes del presidente venezolano por un valor de 700 millones de dólares. Entre los activos hay joyas, nueve coches de alta gama, varias mansiones —una en la República Dominicana y otras en Florida—, una granja de caballos, dos aviones privados y dinero en efectivo. El anuncio llega seis días después de que la Casa Blanca duplicara la recompensa por la captura de Maduro, establecida ahora mismo en 50 millones de dólares. En una entrevista con la cadena televisiva Fox News, Bondi ha confirmado la lista de posesiones confiscadas y ha comparado el "reinado del terror" de Maduro con las formas de operar de las organizaciones criminales. "Son como la mafia", ha aseverado la funcionaria. EE.UU. acusa a Maduro y a varios jerarcas de su régimen de dirigir una peligrosa organización de narcotráfico conocida como Cártel de los Soles, responsable de la introducción de cocaína en territorio norteamericano desde Colombia.

Un presidente vinculado a poderosas organizaciones de narcotráfico

Según el Departamento de Justicia de EE.UU., Maduro también está vinculado a poderosas organizaciones globales del mundo del narcotráfico, como el cártel de Sinaloa mexicano o el Tren de Aragua venezolano. Aun así, a principios de este año el exembajador Rico Grenell, enviado especial de Donald Trump, se reunió con Maduro en Caracas, donde consiguió firmar un acuerdo para liberar a nueve ciudadanos norteamericanos detenidos y procesados en Venezuela. Entre los excarcelados estaba Dahud Hanid Ortiz, un veterano de guerra condenado por un triple asesinato en Madrid y fugado posteriormente. Este capítulo diplomático provocó tensiones internas en la Administración Trump, sobre todo con el secretario de Estado Marco Rubio, firme crítico del régimen venezolano y promotor de varias rondas de sanciones desde el Congreso. Según las autoridades norteamericanas, las operaciones clandestinas del presidente venezolano también habrían llegado a España. En 2020, la vicepresidenta Delcy Rodríguez se reunió con José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes español, en el aeropuerto de Barajas, en una visita cuyas motivaciones no se han acabado de aclarar.

El pueblo venezolano, al lado de Maduro

"Bajo el liderazgo del presidente Trump, Maduro no escapará de la justicia y pagará por sus despreciables crímenes", prometía Bondi la semana pasada. La fiscal general mantiene que es una prioridad acabar con quien considera "uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza para nuestra seguridad nacional". Según varios expertos, Maduro no utiliza el narcotráfico únicamente para ganar dinero, sino como un arma estratégica contra Washington. Durante su primer mandato, Donald Trump intentó utilizar las sanciones para derrocar al presidente del poder, en cambio, esta vez la estrategia es otra: retratarlo públicamente como un peligroso líder criminal que debería ser considerado objetivo de acción militar.

Sin embargo, el presidente venezolano respira tranquilo en su país. La mayoría de los venezolanos recibe con rechazo los intentos de la Casa Blanca de ahogar a Maduro, líder de un gobierno que consideran plenamente legítimo. Por lo tanto, difícilmente se producirán en Venezuela hechos que pongan en riesgo la permanencia de un presidente que tiene de su parte a las fuerzas de seguridad y a gran parte de la población. Sin embargo, los expertos alertan de que, fuera de su país, el mandatario es más impopular, y su aislamiento aumenta progresivamente. Si los casos legales contra su persona siguen amontonándose, cada vez le será más complicado viajar más allá de su pequeño círculo de países amigos.

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