Las tensiones entre Rusia y Occidente se encuentran en su punto más álgido desde la guerra fría. Sin embargo, ni el gobierno de Putin ni la justicia rusa parecen preocuparse por dar una buena imagen ante la comunidad internacional. El último golpe Orwelliano ha llegado este martes de la mano del Tribunal Supremo ruso, que ha ordenado la liquidación de la ONG Memorial, la principal organización de derechos humanos de este país y que se considera la voz de los represaliados soviéticos.

Memoria histórica

El fallo del Supremo, recogido por Efe, ha dado la razón a la Fiscalía, que acusó a la ONG de crear "una imagen falsa de la Unión Soviética como Estado terrorista". Concretamente, el fiscal, Alexéi Zhafiárov, acusó a Memorial de "distorsionar" la memoria de la victoria sobre Alemania en la Gran Guerra Patria (1941-45) y de rehabilitar a criminales nazis "en cuyas manos hay sangre de ciudadanos soviéticos". "¿Por qué ahora nosotros, los descendientes de los vencedores, debemos observar los intentos de rehabilitar a los traidores a la patria y los cómplices nazis? (...) Seguramente porque alguien paga por ello", dijo.

Rechazo

La decisión del Supremo ha provocado el rechazo de gran parte de la sociedad civil rusa. Cientos de personas se han concentrado ante el edificio del Tribunal para protestar contra la persecución a Memorial. Antes de conocerse el fallo, el defensor de Memorial, el abogado veterano Guenri Reznik, consideró que la Fiscalía es consciente de que su demanda no tiene fundamento y es "ilegal", y advirtió que el juicio es "un test de los valores que determinan la vida en un Estado de derecho". Reznik ha asegurado que piensa recurrir la sentencia y llevarla al Tribunal Europeo de Derechos Humanos si fuera necesario.

La Fiscalía se dirigió al Tribunal Supremo para que disolviera Memorial debido a sus presuntas violaciones de la Constitución y el incumplimiento de sus funciones como agente extranjero, categoría a la que pertenece desde 2016. Sus miembros acusan al Kremlin y a los órganos de seguridad del Estado de intentar impedir que siga investigando los crímenes cometidos durante la URSS y desde 1991, especialmente desde que el actual presidente, Vladímir Putin, llegase al poder el año 2000. Memorial, que recibió el Premio Sájarov del Parlamento Europeo en 2009 y ha sido candidata en varias ocasiones al Nobel de la Paz, cuenta entre sus fundadores al científico y disidente soviético Andréi Sájarov, Nobel de la Paz en 1975, padre de la bomba de hidrógeno y precursor de la defensa de los derechos humanos en este país.

 

Foto principal: un activista protesta contra la liquidación de Memorial ante el Tribunal Supremo de Rusia / Efe