Este jueves, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos tiene un papel trascendente en el curso de las próximas elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América (EE.UU.). En juego está la posibilidad de determinar si el expresidente republicano está inhabilitado para volver a aspirar al cargo de presidente de los EE.UU. a causa de su presunto papel en el asalto al Capitolio de enero de 2021. El caso que llega al Supremo tiene su origen en la decisión de la Justicia de Colorado, que el diciembre pasado dictaminó que la Enmienda 14 de la Constitución de los EE.UU. inhabilita a Trump por su presunta participación en la "insurrección" que tuvo lugar durante el asalto al Capitolio. Esta medida ha sido seguida por otras autoridades electorales, como las de Maine, y ha generado demandas similares en al menos 11 estados adicionales, que ahora están pendientes de la decisión del Supremo. Desde las 16 horas de este jueves, durante 80 minutos, se está haciendo la exposición de los argumentos orales de la acusación y la defensa, pero el fallo judicial no se emitirá hasta dentro de unas semanas.

El foco del debate se centra en la Sección 3 de la Mencionada 14, que establece que "ningún miembro del Congreso o funcionario de los Estados Unidos" que haya participado en una "insurrección o rebelión" podrá ser elegido para cargos públicos, incluida la presidencia. Los argumentos a favor y en contra se entrelazan en un complejo debate jurídico, donde se cuestiona si esta enmienda se puede aplicar a Trump, especialmente dado que el texto no menciona explícitamente al presidente. Los defensores de Trump argumentan que él no participó en una insurrección, señalando que el día del asalto instó a sus seguidores a expresarse de manera pacífica y patriótica. Por otra parte, la acusación sostiene que incitó a la violencia antes y durante el ataque. Aunque Trump se enfrenta a cargos relacionados con el asalto al Capitolio, como obstrucción de un procedimiento oficial, no ha sido acusado específicamente de rebelión o insurrección.

El Tribunal Suprem dels EUA / Foto: Europa Press
El Tribunal Supremo de los EE.UU. / Foto: Europa Press

Si el Supremo decide a favor de la Justicia de Colorado, eso marcaría un precedente legal que podría tener grandes repercusiones en las elecciones presidenciales de noviembre. Abría la puerta a que otros estados controlados por los demócratas excluyan Trump de las papeletas electorales. No obstante, también existe la preocupación que eso provoque una mayor polarización política, con los republicanos amenazando con acusar en Biden de "insurrección" por varias crisis, como la migratoria en la frontera, para buscar su exclusión de las elecciones en los estados que controlan, aunque esta posibilidad es muy remota y supondría retorcer los márgenes de la justicia estadounidenses hasta límites que no se llegan a contemplar.

El Supremo escuchará el caso de Trump y tendrá que tomar una decisión con urgencia a causa del apretado calendario electoral, pero los analistas dudan de que la decisión se tome antes del martes 5 de marzo, cuando 15 estados, incluido Colorado, celebrarán las elecciones primarias. La actual composición del tribunal está muy escorada a la derecha, con tres jueces progresistas enfrente de seis conservadores, tres de los cuales nominados por el mismo Trump. No obstante, la corte no siempre ha sido del lado del republicano y desestimó sus denuncias de fraude electoral en 2020.