La idea vuelve a sobrevolar Roma y los turistas se echan las manos a la cabeza. El ayuntamiento de la capital italiana estudia de nuevo “la hipótesis” de hacer de pago el acceso para ver la Fontana di Trevi, obra maestra del Barroco tardío y uno de los monumentos más conocidos y visitados de Europa. El segundo de más afluencia en Roma, solo por detrás del Coliseo. Ya se hizo recientemente con el Panteón y las autoridades romanas no descartan llevar también la iniciativa a la Fontana, para regular el flujo de visitantes, proteger el monumento y de paso nutrir las arcas públicas.

En concreto, la propuesta que tiene Roma sobre la mesa es la de introducir una entrada de 2 euros para acceder al recinto de la Fontana di Trevi a partir del 7 de enero del año venidero —después de las vacaciones de Navidad y del final del Jubileo—. La cuota sería solo para los turistas, mientras que los romanos tendrían acceso gratuito. Así lo ha adelantado este martes el diario Corriere della Sera. Según el diario de Milán, se crearán dos carriles, uno para turistas y otro para romanos, delimitados por postes de latón más elegantes que las barreras actuales, y se incluirá la opción de pagar con tarjeta de crédito. 

Sin embargo, el consistorio replica en declaraciones a EFE que se trata de una “hipótesis de trabajo no confirmada” que aún no se ha esbozado de manera definitiva ni se ha aprobado. Si finalmente se adopta, esta nueva medida restrictiva del acceso se unirá al flujo controlado de visitantes que se aplica desde el pasado diciembre de 2024: ahora solo se permite la entrada de 400 personas a la vez a la plaza.

¿Cuánto dinero podría recaudar Roma?

Solo en el primer semestre de 2025 se registró el acceso a la plaza de más de 5 millones de personas, por lo que la introducción del billete de 2 euros podría suponer un beneficio a las arcas municipales de cerca de 20 millones de euros. La idea de hacer el acceso de pago la ha defendido varias veces el concejal de Turismo de Roma, Alessandro Onorato, quien argumenta que permitiría ofrecer "una experiencia única, especial y serena a todos los visitantes" y además "proteger un monumento extraordinario".

Un icono de la Ciudad Eterna

Considerada una obra maestra del Barroco tardío, la fuente proyectada por el arquitecto Nicola Salvi entre 1732 y 1751 es el segundo monumento más visitado de Roma, solo por detrás del Coliseo. Su atractivo está vinculado también al ritual de lanzar una moneda para regresar a la Ciudad Eterna —se estima que se arrojan unos 3.000 euros diarios, aunque la cifra aumenta año tras año—. La Fontana di Trevi se ha convertido en todo un icono de la ciudad, habiendo sido escenario de tantas películas y de la escena memorable en la que Marcello Mastroianni y Anita Ekberg se bañan en ella en La Dolce Vita (1960) de Federico Fellini.