El Gobierno pide a la flotilla Global Sumud que avanza en dirección a Gaza para romper el cerco israelí y llevar ayuda humanitaria a la población palestina que dé marcha atrás. En un comunicado este martes por la noche, reiterado este miércoles por la mañana por el ministro Óscar López, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha avisado a los activistas pro Palestina del "riesgo severo" de entrar en la zona de exclusión marcada por el ejército de Israel. España, al igual que Italia, envió una nave de salvamento marítimo de la Armada para escoltar la flotilla y salvar a los tripulantes si fuera necesario. Sin embargo, la Moncloa ha avisado de que en ningún caso la nave del ejército español continuará hasta entrar en la llamada zona crítica delimitada por Israel.
La Global Sumud Flotilla está a 135 millas náuticas —unos 250 kilómetros— de la Franja de Gaza, y el cerco israelí está a unas 120 millas de la costa gazatí, que es el punto donde otras flotillas anteriores han sido interceptadas por las FDI. La cuarentena de naves que conforman la misión pro Palestina se han topado esta madrugada por primera vez con barcos del ejército israelí. Al menos una nave ha atravesado entre ellos y ha empezado a rodear con "maniobras intimidatorias peligrosas" para "acobardar" a los dos principales barcos de la flotilla, el Alma y el Sirius, según han denunciado los activistas. También les han dañado los sistemas de comunicaciones. Después se han marchado y los activistas han reafirmado el compromiso a continuar la misión.
Ante este escenario, el gobierno español recomienda "encarecidamente" a los activistas que no se adentren en la zona de exclusión. "La misión de la flotilla es encomiable y legítima, pero las vidas de sus integrantes deben estar por encima", afirman fuentes de la Moncloa en un comunicado. Esta mañana, el ministro López ha reiterado el mensaje: "Tenemos toda la empatía y comprensión a esta causa, que no puede ser más justa, pero un gobierno también tiene que adoptar decisiones, y por supuesto, lo que no hará el Gobierno es poner el buque español en estas aguas que Israel ha declarado de exclusión". López ha pedido este miércoles a los integrantes de la flotilla que lleva ayuda humanitaria a Gaza que “por favor, no entre” en la zona de exclusión marcada por Israel, porque “la prioridad absoluta es su seguridad de todas las personas que la integran”.
Según López, aunque Israel se salta la legalidad internacional, el Ejecutivo “no pondrá un barco español dentro de estas aguas”. “Hemos llegado hasta donde hemos podido, y estamos allí. Hemos hecho lo que hemos podido, pero no atravesaremos esta frontera porque nos llevaría a una situación que todo el mundo puede entender”. En estos momentos, ha dicho, “la prioridad máxima es la seguridad de las personas que están en la flotilla, y por eso les recomendamos que no atraviesen esta línea”. Sin embargo, el ministro no ha querido valorar posibles escenarios como el ataque por parte de Israel a una embarcación con bandera española.
La Flotilla sostiene que el Gobierno es "cómplice" de lo que pueda pasar
Desde la Flotilla, sin embargo, están convencidos a continuar la misión hasta donde puedan y avisan al Gobierno de que "por acción y omisión" se convierte en "cómplice" de lo que pueda pasar. En un comunicado, la Flotilla lamenta que el Ejecutivo español se "limite" a pedirles que abandonen la misión y renuncien a ofrecerles la protección necesaria para llegar a Gaza. "Aceptar como normal la amenaza de asalto significa avalar la impunidad de Israel y silenciar la denuncia del genocidio", han denunciado los activistas. Así mismo se ha pronunciado también una de las tripulantes ilustres de la flota, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, que ha lamentado que el Ejecutivo de Sánchez no les acompañe con barcos oficiales para abrir el corredor humanitario.
Denuncian un intento de "sabotaje" del gobierno italiano
Ayer por la noche ya hubo un enfrentamiento con otro gobierno cuando la Flotilla denunció un intento de "sabotaje" de la misión por parte del Ejecutivo italiano de Giorgia Meloni. Según los tripulantes, el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano ha dado a los barcos italianos que forman parte de la misión "la oportunidad" de abandonar y volver a tierra a bordo de una nave oficial antes de llegar a la llamada "zona crítica" a donde Israel les interceptaría. "Esto no es protección. Es sabotaje. Es un intento de desmoralizar y fracturar una misión humanitaria pacífica que los gobiernos no han asumido", han denunciado los activistas. En un comunicado, los activistas se muestran conscientes de los "riesgos" de la misión humanitaria, pero reiteran que es "mucho más peligroso permanecer en silencio ante el genocidio, el hambre y el castigo colectivo que navegar transportando ayuda humanitaria".