El ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, ha anunciado que ha llegado a un "amplio acuerdo institucional" con los representantes políticos corsos de cara a la autonomía de Córcega, tal como formalizó el presidente francés, Emmanuel Macron, durante una visita oficial a la isla el pasado mes de septiembre. El titular de Interior francés, que este lunes recibió una delegación de ocho cargos electos corsos, ha señalado en un vídeo publicado en su cuenta de X, antiguo Twitter, que el acuerdo se debatirá pronto en la Asamblea de Córcega y, posteriormente, pasará a las consultas políticas nacionales.

En una primera reacción, el presidente del consejo ejecutivo de Córcega, Gilles Simeoni, ha considerado que este compromiso es un "paso decisivo" porque se ha establecido "el principio de un poder de naturaleza legislativa sometido a un control del Consejo Constitucional" . Simeoni ha hecho notar ante la prensa que "la amplitud y las modalidades de ejercicio de este poder legislativo" tendrán que ser fijados por una ley orgánica adoptada por el Parlamento francés y por eso ha considerado que el proceso está "en las semifinales" y ahora "queda por ganar la semifinal y la final”.

"Este escrito constitucional prevé el reconocimiento de un estatuto autónomo para Córcega dentro de la República que tenga en cuenta sus propios intereses vinculados a su insularidad mediterránea, su carácter histórico, lingüístico y cultural al haber desarrollado un vínculo único con su tierra," ha declarado antes de aseverar que el texto "respeta las líneas rojas marcadas" por el presidente Macron.

Las dos partes han coincidido en que "las leyes y reglamentos pueden estar sujetos a adaptación en la isla", mientras que el ministro del Interior ha subrayado que el documento no prevé de ninguna manera que haya "dos categorías de ciudadanos" en la isla. Así pues, Francia empezará, después de recibir el visto bueno de los legisladores corsos, una reforma constitucional después de que esta haya sido votada por el Parlamento y el Senado y, después, adoptada por el Congreso por una mayoría de tres quintos.

La ola de protestas que hizo mover ficha a Macron

El presidente francés ya había dado pasos para acercarse al nacionalismo corso después de las protestas provocadas por el asesinato en la prisión, en marzo de 2022, de Yvan Colonna, condenado a cadena perpetúa por el asesinato de un prefecto en 1998. Su muerte derivó en una ola de protestas sin precedente y elevó la tensión política. Colonna había pedido el traslado a Córcega por su seguridad, pero los responsables de prisiones se lo denegaron sistemáticamente alegando que necesitaba un dispositivo de vigilancia particular. El dispositivo no impidió una paliza mortal de 8 minutos que le clavó un integrista islámico, pero el movimiento corso veía la dejadez del Estado francés, y corresponsabilizó a este del asesinato, y acusó a los servicios secretos franceses.