ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Tercera semana de invasión y las fuerzas armadas rusas no consiguen controlar Kyiv. Lejos de alcanzar la victoria con un ataque relámpago, y a pesar de la proximidad del ejército ruso en la capital de Ucrania, la resistencia ucraniana ha demostrado hasta ahora su fuerza a la hora de impedir el cercamiento de Kyiv. Según los expertos, la movilización militar ha sido tan grande (el mayor desde la Segunda Guerra Mundial) y la organización es tan caótica, que Rusia se ve obligada a detener sus operaciones aproximadamente cada 100 horas de combate para reagruparse. De esta manera, no se espera que el ejército ruso intente un asedio de la capital en las próximas horas. En las últimas jornadas, Rusia no ha hecho un avance significativo para hacer caer la capital a ningún lado del río Dniéper. Por el noroeste, desde donde los rusos estarían más cerca de la ciudad (unos 20 km), el convoy kilométrico parado en el barro no da señales de avanzar, y sigue siendo presa fácil de los ataques del ejército ucraniano. Por el nordeste, está previsto que Moscú lance un ataque para intentar capturar la ciudad de Sumi, un punto clave en el cual la resistencia estaría destruyendo con éxito los vehículos que transportan suministro a las tropas rusas. En el sur de la capital, los rusos estarían intentando controlar la autopista de entrada a Kyiv. Todo otorga todavía más tiempo a la ciudad para prepararse contra una ofensiva.

Kyiv resiste

El ataque 'inminente' contra la capital de Ucrania ya no parece tan cercano. Parece que la nueva estrategia de Rusia consiste en asfixiar lentamente la capital por todos los lados y sembrar el terror entre la población civil para forzar la caída del gobierno. Según las autoridades ucranianas, Kyiv solamente podría aguantar dos semanas si el ejército ruso rodea la ciudad. Con respecto a la guerra psicológica, la moral de los reclutas rusos con poca experiencia estaría disminuyendo por momentos, ante la falta de organización generalizada, las bajas temperaturas, las escasas provisiones, y el gran número de bajas y capturas que están sufriendo. Por el contrario, la propaganda del gobierno ucraniano refleja la fortaleza de su espíritu; los líderes del país no dejan de dar la cara en las redes sociales y de enviar mensajes de esperanza con una sonrisa. He aquí un vídeo de ayer sábado donde los asesores más próximos al presidente, Volodímir Zelenski, se pasean por Kyiv:

Incluso el mismo Zelenski se ha dejado ver este domingo, a pesar de las preocupaciones por su seguridad, en las visitas que ha hecho a los hospitales militares para otorgar honores a los soldados heridos. Desde el punto de vista comunicativo, Putin no es un rival comparable.

Sin fuerzas

Las tácticas de guerrilla que tienen como objetivo dejar a los rusos sin material y provisiones también estarían dando sus frutos. Algunas fuentes sugieren que los soldados estarían asaltando supermercados y vehículos humanitarios para alimentarse. Paralelamente, el ejército ucraniano también se está anotando éxitos a la hora de sabotear la entrada de fuerzas y suministro por el nordeste gracias a la resistencia de la ciudad de Sumi. En esta zona Rusia está siendo víctima de emboscadas humillantes como esta:

 

Con respecto al corazón y las mentes de la población civil, un factor extremadamente importante que Putin también habría calculado mal, parece que Rusia esperaba movilizar a los ciudadanos prorrusos contra el gobierno de Zelenski. Moscú habría sobreestimado la resistencia ucraniana, que se manifiesta contra las fuerzas invasoras en varias ciudades ocupadas.

 

Por el contrario, parece que los rusos estarían yendo a la desesperada en las ciudades más pobladas, con fuertes bombardeos sobre edificios y hospitales, fuego contra los civiles y, según algunos analistas, la posible entrada de armas de destrucción masiva para aterrorizar la población. Esta estrategia se opone totalmente a lo que parecía que era el plan inicial de Putin para hacer caer a Zelenski; ahora parece muy improbable que la población se ponga del lado de Rusia después de las atrocidades que inundan las redes sociales. Llegados a este punto, hace falta preguntarse cuáles son los propósitos reales de Moscú en esta guerra y si los puede llegar a alcanzar de manera realista. Incluso en caso de conseguir la victoria en el sentido militar, parece difícil de creer que la población aceptará el control de Rusia. Las imágenes de la destrucción indiscriminada de la ciudad de Mariúpol, una ciudad que en principio tenía un cierto nivel de apoyo a Rusia, donde los corredores humanitarios han fracasado y la población civil no tiene agua, comida, luz ni calefacción, lo ilustran: