Crisis en Nueva Caledonia, donde el principal partido independentista ha rechazado el acuerdo con Francia, tal como recoge la prensa local. Ha sido este jueves cuando la Unión Caledonia (UC) ha reafirmado su "no" al llamado pacto de Bougival, ya que consideran que el texto no respeta los fundamentos de la lucha del pueblo canaco ni resuelve la cuestión del derecho a la autodeterminación. En esta línea, tampoco creen que respete los principios de la descolonización ni impugne el referéndum de autodeterminación de 2021 —que fue boicoteado por las autoridades canacas—.
La Unión Caledonia es uno de los partidos que integran el Frente de Liberación nacional Canaco y Socialista (FLNKS), la formación que hace tres semanas firmó un acuerdo con el gobierno francés por el cual Francia reconocería un Estado de Nueva Caledonia. Pero el acuerdo ha generado división entre el independentismo canaco, y ahora la UC confirma la crisis —a la cual este viernes se ha sumado la Unión Sindical de Trabajadores y Explotados Canacos (USTKE)—. El secretario general del principal partido independentista, Dominique Fochi, ha criticado que el pacto de Bougival establece el principio de "descolonización interna dentro de Francia", cosa que implica un "estatus de autonomía" y no la "plena soberanía". Es decir, que su lucha es para la "descolonización externa".
Otro punto de fricción es el de la identidad canaca, que la UC opina que "se diluiría" dentro de un "pueblo caledonio". El presidente del partido y signatario del acuerdo, Emmanuel Tjibaou, ha lamentado que cuestiones como esta no se incluyeron en la versión final del documento, y ha explicado porque firmó igualmente el pacto: "Fue un compromiso de traer un texto como a base de trabajo para presentar a nuestras estructuras. No tenía un mandato para firmar un acuerdo político". Además, ha explicado cuál fue el último compromiso del ministro de Ultramar, Manuel Valls: "Firmáis el documento, lo lleváis al análisis de vuestras bases, y es sobre esta retroalimentación que continuará la discusión". Al volver de París, Tjibaou ya había dejado claro que el texto era "provisional", y ahora ha advertido que si Valls decide firmar un acuerdo político de descolonización sin el movimiento de liberación, no tendrá sentido.
El vicepresidente de la UC, Mickaël Forrest, ha sido más contundente: "Para nosotros, Bougival se ha acabado. Nuestro comité directivo nos ha pedido que pasemos a una fase post-Bougival". Ahora, los independentistas continuarán las negociaciones con el gobierno francés, y lo harán con un nuevo equipo, si procede. Forrest ha defendido que el objetivo es la plena soberanía, con el acuerdo de Nouméa como base —que prevé la transferencia de determinadas competencias en Nueva Caledonia—.