ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Rompe el silencio. La periodista rusa Zhanna Agalakova ha plantado cara al presidente de Rusia, Vladímir Putin, y ha anunciado su dimisión. Agalakova era corresponsal en París de la principal cadena rusa, Channel One, hasta a principios del mes de marzo. Abandonó el cargo para dejar de formar parte del aparato propagandista del Kremlin, pero no lo había hecho público hasta ahora. "Tengo mucho miedo, pero no tenía más opción", ha dicho este martes en una rueda de prensa en la sede parisina de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Cuando el pasado 24 de febrero empezó la invasión rusa de Ucrania, la periodista estaba cubriendo la Semana de la Moda de Milán y se quedó allí unos días por orden de la dirección de la cadena. Permaneció en la ciudad italiana hasta el 3 de marzo, cuando volvió a París y presentó su dimisión, manteniendo el cargo durante las dos semanas necesarias para organizar su sucesión. No era cuestión de continuar, de nombrar a lo que pasa 'operación de pacificación'. Hay que decirlo claro, es la guerra", ha apuntado.

"La propaganda funciona así"

Agalakova tiene 56 años y no había querido ofrecer a su testimonio público hasta ahora. Este martes lo ha hecho, tanto en francés como en ruso, con el objetivo que su mensaje también se escuche en su país y animar a sus compatriotas a "aprender a distinguir la propaganda, a encontrar fuentes de información alternativas". Sabe de qué habla: durante años ha formado parte de la maquinaria propagandista del Kremlin, de la cual hace tiempo que intenta alejarse. Fue presentadora del telediario de Channel One, pero lo dejó y el año 2005 pidió ser corresponsal en París. Estaba convencida de que si podía informar sobre la actualidad internacional, podía evitar hacer propaganda.

Así, la periodista hace 17 años que es fuera de Rusia. "Nunca he dicho mentiras, aunque la propaganda funciona así. Recopilas cosas reales, las mezclas y, de esta composición, acaba saliendo alguna cosa propagandística", ha explicado este martes. También ha admitido que en los últimos años el poder ruso ha intentado "estrangular" los medios independientes, "que intentan sobrevivir", y ha criticado que la prensa de su país tan solo ofrezca un punto de vista. El punto de vista del Kremlin. Ha reconocido que es una privilegiada y que se siente más libre de haber podido dar este paso porque está en Francia. La mayoría de los periodistas en Rusia están en contra (de la guerra), pero están atrapados. Tal vez porque tienen padres, niños o hipotecas a pagar. Son rehenes de la situación", ha señalado.

Manipulación y mentira

Agalakova ha lamentado que a sus compatriotas no les llega la verdad. Relata que como la Unión Soviética sufrió unos 27 millones de puertos a la Segunda Guerra Mundial, "cuando en Rusia se dice que en Ucrania hay nazis todo el mundo se levanta para erradicar este fenómeno". "Es una manipulación y una enorme mentira", ha añadido. Sin embargo, ha dejado que "aunque todo el mundo sabe quién es el culpable de la situación, Occidente también tiene su parte de responsabilidad". Al mismo tiempo, ha considerado que las sanciones impuestas en Rusia por parte de la comunidad internacional no son la vía adecuada: "Las sanciones afectan sobre todo a la clase media, gente que comparte los valores democráticos. Perded a vuestros aliados. No veo solución a esta historia. Es muy fácil introducir sanciones, pero hacen falta muchos años para suprimirlas".

La periodista no ha pedido protección en Francia y es consciente del hecho de que asume riesgos a la hora de hacer públicas las críticas. Sin embargo, su carrera profesional seguirá vinculada con Rusia. Desde el 2015, durante las vacaciones, ha recorrido el país desde el este hasta Moscú, visitando unas 35 ciudades para ver con sus propios ojos "lo que pasa en realidad". Su intención ahora es dar forma a todo este material.