El Congreso de Perú ha destituido este jueves por la noche, de manera exprés, a la presidenta Dina Boluarte después de aprobar cuatro mociones de vacancia (destitución) por declarar su “incapacidad moral permanente” ante el aumento de la inseguridad ciudadana y el crecimiento del crimen organizado, cuando faltan solo seis meses para las elecciones generales de 2026.

El Parlamento peruano ha aprobado las cuatro mociones para retirar a Boluarte del cargo con 122 votos a favor de 130, una cifra ampliamente superior a los 87 necesarios para hacer efectiva la destitución. La presidenta no se ha presentado en el hemiciclo para ejercer su defensa, hecho que ha permitido que el proceso avanzara con celeridad.

Dina Boluarte, la primera mujer en presidir Perú, pone así fin a un mandato de dos años y diez meses, después de haber asumido la presidencia a finales de 2022, en sustitución de su antecesor, Pedro Castillo (2021–2022), de quien había sido vicepresidenta. Boluarte se mantuvo en el poder gracias al apoyo de varios partidos de derecha que controlaban el Congreso, los mismos que ahora han impulsado y votado su salida.

"Incapacidad moral permanente"

El texto leído antes de la votación en el Congreso ha establecido que se declaraba la “incapacidad moral permanente de la presidenta de la República y la vacancia de la presidencia”, en aplicación del artículo correspondiente de la Constitución peruana. En consecuencia, se activaba el mecanismo de sucesión constitucional, según el cual, en ausencia de vicepresidentes, el presidente del Congreso —actualmente José Jerí, de tendencia derechista— asume la máxima magistratura del Estado.

Boluarte no ha ido al Parlamento para defenderse, y el presidente del Congreso ha anunciado que, dada su ausencia, se continuaría con el procedimiento de destitución. “Dado que ha sido convocada y no se ha presentado, se procederá con el proceso de vacancia”, ha afirmado Jerí. Acto seguido, algunos parlamentarios han propuesto saltarse el debate y pasar directamente a la votación, decisión que finalmente se ha impuesto.

Mientras tanto, los abogados de Boluarte han criticado el desarrollo del proceso. El letrado Juan Carlos Portugal ha publicado en la red X que la presidenta no asistiría a la sesión porque no se cumplían las garantías mínimas de un “debido proceso parlamentario”. Ha argumentado que el derecho a la defensa requiere un tiempo razonable para prepararse y que el Congreso había renunciado a esta garantía. “No convalidaremos este proceso ni acudiremos al Parlamento en estas condiciones”, ha sentenciado. Otro abogado, Joseph Campos, ha explicado en TV Perú que ha recomendado a la presidenta no asistir, ya que desconocían el contenido completo de las mociones presentadas en su contra.

Todas las mociones de destitución han sido admitidas con más de 113 votos y el Congreso también ha aprobado convocar inmediatamente a Boluarte con 118 votos a favor, lo que superaba ampliamente la mayoría cualificada requerida. El proceso se ha vuelto irreversible cuando los partidos de derecha que hasta ahora la sostenían en el poder —y que habían facilitado su gobierno desde 2022— le han retirado el apoyo. Entre los promotores había formaciones como Renovación Popular, del conservador Rafael López Aliaga, actual alcalde de Lima, y Podemos Perú, del empresario José Luna.

El presidente del Congreso peruano, José Jerí / EFE

Boluarte, sola y sin aliados

Durante la jornada, las mociones se han acumulado de manera repentina y sin previo aviso, dejando a Boluarte completamente sola y sin aliados políticos. Hasta entonces, había gobernado con el apoyo de los mismos grupos que le habían permitido desmarcarse del proyecto político de Pedro Castillo, destituido después de intentar frustradamente un autogolpe.

Boluarte deja el cargo como la presidenta más impopular de Latinoamérica, con solo un 3% de aprobación, según diversas encuestas. Su imagen se deterioró profundamente por la muerte de más de 50 manifestantes durante la represión de las protestas que reclamaban elecciones anticipadas tras la caída de Castillo, así como por diversas investigaciones por presunta corrupción.

Con su destitución, el presidente del Congreso, José Jerí, asumirá de manera interina la presidencia del país hasta la celebración de nuevos comicios, convirtiéndose así en el séptimo jefe de Estado de Perú desde 2016. Desde entonces, el país ha vivido una gran inestabilidad política, con sucesivos mandatos de Pedro Pablo Kuczynski (2016–2018), Martín Vizcarra (2018–2020), Manuel Merino (2020), Francisco Sagasti (2020–2021), Pedro Castillo (2021–2022) y, finalmente, Dina Boluarte (2022–2024).