El Departamento de Defensa de los Estados Unidos ha anunciado este jueves la retirada de 1.350 miembros de la Guardia Nacional que estaban desplegados en Los Ángeles desde el junio pasado para hacer frente a las protestas relacionadas con las redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). "El secretario (de Defensa, Pete) Hegseth ordenó la liberación de aproximadamente 1.350 miembros de la Guardia Nacional de California de la misión de protección federal", ha anunciado el portavoz la cartera, Sean Parnell, en un comunicado recogido por la cadena ABC News. Sin embargo, el republicano ha matizado que 250 soldados permanecerán en la ciudad angelina "para proteger al personal y las propiedades federales".
Parnell ha expresado el "enorme agradecimiento" del Pentágono por el apoyo de los más de 5.000 miembros de la Guardia Nacional y de los marines movilizados en Los Ángeles para proteger las instituciones federales, aludiendo a una supuesta "anarquía rampante" en referencia a las protestas contra las redadas del ICE. La respuesta federal se concretó en una misión inicialmente prevista para 60 días, que expira la próxima semana, y que implicó una ocupación militar sin precedentes en décadas en la ciudad. La administración Trump justificó el despliegue como una medida para preservar la orden ante las "amenazas a la soberanía federal", a pesar de las voces críticas que denunciaron una sobreactuación represiva y un uso partidista de las fuerzas armadas.

Las protestas contra la ofensiva antiinmigración de Trump se concentraron en varias zonas de la ciudad, incluyendo distrito comercial, almacenes y un Hombre Depot, donde fueron arrestadas décimas de personas. A pesar de algunas escenas de tensión con uso de gas lacrimógeno y granadas de disuasión, la gran mayoría de las movilizaciones fueron pacíficas y confinadas a un ámbito reducido del centro de Los Ángeles. Sin embargo, los enfrentamientos se agravaron cuando Trump federalizó la Guardia Nacional de California y desplegó hasta 4.000 soldados y 700 marinas, una decisión que recibió una dura oposición de autoridades locales como el gobernador del estado, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, que la denunciaron como ilegal, innecesaria y un desplazamiento inaceptable de competencias federales.

De hecho, Newsom ha reiterado este jueves su oposición frontal al despliegue militar ordenado por Trump, calificándolo de "teatro político" en un mensaje publicado en la red social X. "Ya han pasado 54 días desde que Donald Trump tomó de manera caótica e innecesaria el control de la Guardia Nacional de California", ha recordado, en alusión a una maniobra que se llevó a cabo sin el consentimiento del gobierno estatal. Newsom, que se ha consolidado como una de las figuras demócratas más beligerantes contra Trump, calificó el despliegue de "gesto autoritario" en su momento. También presentó una demanda formal contra la administración federal, denunciando una vulneración de las competencias autonómicas y un uso "desproporcionado y peligroso" de las fuerzas armadas para reprimir la protesta social.
54 days since @realDonaldTrump's chaotic, needless takeover of the California National Guard, his political theatrics in LA have blown up in his face.
— Governor Gavin Newsom (@CAgovernor) July 31, 2025
Nearly every deployed soldier has been allowed to return home. Trump must do the same for the remaining 300 members. pic.twitter.com/CFdGGrq8TC
Por su parte, Bass también ha aprovechado el anuncio de la retirada de tropas para volver a criticar la ofensiva de Trump contra las protestas, lamentando que estos efectivos "podrían haber estado respondiendo a un peligro real o ayudando a las comunidades a prepararse ante amenazas de incendios", pero que, "en lugar de eso, se vieron obligados a vigilar dos edificios de oficinas durante meses". En este sentido, la demócrata ha celebrado la retirada de los soldados como "otra victoria para Los Ángeles".
These troops have families and jobs. They could've been responding to actual danger or helping communities prepare for fire threats.
— Mayor Karen Bass (@MayorOfLA) Augusto 1, 2025
Instead, they were forced to guard two office buildings for months. pic.twitter.com/ID9e0n8gp5