El cerco policial se amplía en Los Ángeles en medio de una situación caótica. La alcaldesa demócrata de la ciudad, Karen Bass, ha decretado este martes el toque de queda de emergencia en el centro de la ciudad como respuesta al aumento de las tensiones en las manifestaciones, después de las batidas de inmigrantes de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Bass ha apostado por esta medida después de que 23 comercios hayan sido vandalizados este lunes, en el cuarto día de las protestas. La prohibición entrará en vigor a las 20.00 horas y se alargará hasta las 6.00 horas de este miércoles. "La policía detendrá y presentará cargos contra aquellos que violen el toque de queda. Si no vives ni trabajas en el centro de Los Ángeles, no vayas", ha afirmado Bass. Abarca una zona de dos kilómetros y medio del centro. Bass, además, ha explicado que todavía no se ha decidido el tiempo que permanecerá activo.

En una conferencia de prensa, la alcaldesa ha detallado que "el toque de queda ha sido considerado durante varios días, pero claramente, después de la violencia que tuvo lugar anoche, 23 negocios saqueados, y ya solo ante la naturaleza extensa y generalizada del vandalismo, llegamos a un punto de inflexión y declaramos el estado de emergencia y pedimos el toque de queda" y ha añadido que "es una medida necesaria para proteger vidas".

Alcaldesa de Los Angeles, Karen Bass
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, en una conferencia de prensa / Foto: EFE

Detenciones y saqueos

Los episodios de vandalismo y saqueos que se han registrado esta noche han afectado a 23 negocios y han provocado millones de dólares en pérdidas, y han precipitado la decisión en medio de un clima de alta tensión por el despliegue de 700 marines y 4.000 miembros de la Guardia Nacional por orden directa del presidente Donald Trump. Por su parte, el jefe del Departamento de Policía de Los Angeles, Jim McDonnell, ha detallado que las únicas personas exentas de toque de queda son residentes dentro del área designada, personas en situación de calle, personal de medios acreditados, así como los trabajadores de seguridad pública y servicios de emergencia. Además, han detenido este martes a 197 personas, mientras que por la noche han arrestado a 114, y 67 de ellas han sido detenidas por bloquear "ilegalmente" la autopista 101 durante el quinto día de manifestaciones. "Hemos asistido a una preocupante escalada y a un comportamiento ilegal y peligroso", ha advertido. "Permítanme dejar claro que este comportamiento, bloqueando autopistas, calles de la ciudad y rampas, negándose a cumplir con las órdenes legales de dispersión e interfiriendo con las operaciones de seguridad pública, es peligroso, ilegal y no será tolerado", ha asegurado.

Aunque se ha declarado el toque de queda, las autoridades de Los Ángeles advierten que la situación no es la de una ciudad en llamas. "El malestar social se limita a unas cuantas cuadras del centro, no es ni en todo el centro ni en toda la ciudad. Pero por las imágenes parece que nuestra ciudad está ardiendo", ha asegurado. La alcaldesa ha apuntado que "el centro es de menos de 2,5 kilómetros cuadrados enfrente de los 1.302 kilómetros cuadrados de la ciudad". En concreto, las protestas se han registrado en 5 calles del centro de Los Ángeles. Sin embargo, centenares de manifestantes se han congregado delante de las puertas del edificio federal, que están protegidos por decenas de soldados que impiden el acceso a las instalaciones, excepto a los vehículos autorizados.

Ataques a Trump

Mucho más contundente ha sido el gobernador de California, Gavin Newsom, que ha acusado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "de inflamar la situación" en Los Ángeles con el envío de miles de militares, ya que este martes ordenó el envío de otros marines. Según una intervención en la televisión, Newsom ha afirmado que la decisión de Trump de enviar a la Guardia Nacional y a los Marines a la ciudad "ha encendido una situación potencialmente explosiva" y ha derivado en nueve actos violentos. Además, ha afirmado, que "si incitas a la violencia o destruyes nuestras comunidades, tendrás que rendir cuentas. Este tipo de comportamiento delictivo no se tolerará. Punto".

"El gobierno de Donald Trump no está protegiendo a nuestras comunidades. Las está traumatizando y este parece ser el objetivo principal. California seguirá luchando en nombre de nuestra gente, de toda nuestra gente, incluso en los tribunales", ha afirmado. "La democracia está bajo ataque ante nuestros ojos. Este momento que temíamos ha llegado", ha asegurado. Además, ha acusado a Washington de detener a inocentes sin el debido proceso legal. "Si algunos de nosotros pueden ser secuestrados de las calles sin una orden judicial, basándose únicamente en sospechas o en el color de la piel, entonces ninguno de nosotros está fuera de peligro", ha concluido.