En medio de la polémica creciente que rodea al Partido Republicano y bajo la presión de las demandas de transparencia, el Congreso de Estados Unidos ha publicado este martes un volumen masivo de información relacionada con el caso Epstein. Se trata de más de 33.000 páginas de archivos que recogen detalles sobre la vida, los delitos y la muerte de Jeffrey Epstein, el financiero condenado por tráfico sexual de menores que se suicidó en una prisión federal en 2019, pocas semanas después de su detención. La documentación ha sido publicada por el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, que ha difundido un lote de 33.295 páginas entregadas recientemente por el Departamento de Justicia. Esta acción responde a la petición del presidente del comité, el republicano James Comer, y deriva de una moción previa impulsada por los demócratas. La revelación llega en un momento de tensión dentro de las filas republicanas, ya que los vínculos pasados entre Epstein y Donald Trump han vuelto a aparecer con fuerza en el debate público, alimentando controversias y malestar entre los conservadores.
La publicación de los archivos, sin embargo, ha sido leída por muchos como una maniobra política más que un ejercicio de transparencia. Según los críticos y la minoría demócrata en el Congreso, la decisión responde a la necesidad de los republicanos de apaciguar la frustración de su propia base, que durante años ha sostenido que Epstein mantenía una red de complicidades con figuras demócratas de primer nivel y que existía una lista secreta de clientes poderosos que el "estado profundo" habría protegido deliberadamente. Esta teoría, alimentada durante largo tiempo por los mismos sectores conservadores, hizo del caso Epstein uno de los grandes motores de la conspiración dentro de la derecha norteamericana. Ahora, con Trump de nuevo en la Casa Blanca, muchos de sus seguidores esperaban que finalmente se revelara "toda la verdad".
Desde la Casa Blanca, el mensaje claro está: el caso está legalmente cerrado y Epstein se suicidó antes de afrontar un juicio. Esta posición ha provocado indignación y un sentimiento de traición dentro de un sector importante del electorado republicano, que acusa a Trump de falta de transparencia y de renunciar a cumplir una de las grandes promesas simbólicas de su cruzada contra el "estado profundo". Mientras el presidente pide "pasar página" para centrarse en otras prioridades políticas, tanto los demócratas como algunos congresistas republicanos insisten en reclamar más claridad y presionan para la desclasificación completa de los archivos.

La respuesta más reciente de la administración a la presión de las bases republicanas ha sido la difusión de un volumen considerable de material vinculado al caso. Entre la documentación publicada hay archivos judiciales, grabaciones de vídeo grabadas tanto desde el exterior de la celda de Epstein como de su residencia en Florida, así como grabaciones de audio del interrogatorio del fiscal Todd Blanche a Ghislaine Maxwell, socia y expareja del financiero. Sin embargo, buena parte de estos materiales ya eran conocidos previamente, tal como han denunciado varios representantes demócratas, que acusan a los republicanos de querer aparentar transparencia sin aportar nada nuevo. Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ha remarcado que "ya se han recopilado 34.000 documentos de Epstein" y ha prometido que "no nos detendremos aquí". Según Johnson, el objetivo es doble: garantizar que todas las personas implicadas en los abusos y su encubrimiento respondan ante la justicia y, al mismo tiempo, preservar la intimidad y la protección de las víctimas. "Este es el principio, no el fin", ha remarcado.
Una amistad que todavía pasa factura
Jeffrey Epstein fue detenido en julio de 2019 acusado de abusos sexuales y de tráfico de menores durante la primera década de los 2000, pero fue encontrado colgado en su celda antes de ser juzgado, en un suicidio que todavía hoy genera controversia. El financiero había tejido relaciones con figuras políticas y mediáticas de gran proyección, entre ellas el príncipe Andrés de Inglaterra, Bill Clinton y Trump. Este último, que coincidió con Epstein en los años noventa y principios de los 2000, ha negado reiteradamente cualquier vinculación con los delitos del financiero. A pesar de eso, el Wall Street Journal reveló la existencia de una carta de felicitación enviada por el actual presidente norteamericano en 2003, que incluía un dibujo de una mujer desnuda, hecho que alimentó nuevamente las sospechas.