El fiscal de distrito del estado de Utah, Jeff Gray, ha anunciado este martes que solicitarán la pena de muerte contra Tyler Robinson por el asesinato de Charlie Kirk el pasado 12 de septiembre en Utah en un acto de su asociación, Truning Point USA. El fiscal ha confirmado que el ADN del joven de 22 años está en el rifle de caza que disparó mortalmente el activista ultraderechista. Las autoridades norteamericanas consideran que hubo una motivación “política” en el asesinato de Kirk.

La Fiscalía de Utah ha anunciado que presentará siete cargos contra el presunto asesino. Gray ha explicado que “el primer cargo es homicidio agraviado, un delito capital por causar intencionalmente o conscientemente la muerte de Charlie Kirk en circunstancias que crearon un gran riesgo de muerte para terceras personas. El segundo cargo es disparar una arma de fuego que causó lesiones corporales graves, que es un delito grave de primer grado: el estado alega, además, factores agravantes en los cargos uno y dos, puesto que creemos que el acusado atacó a Charlie Kirk basándose en su ideología política y lo hizo sabiendo que había niños presentes que presenciarían el homicidio”. A continuación, ha detallado el resto de imputaciones: “El estado también acusa al acusado de un tercer cargo: obstrucción de la justicia, un delito grave de segundo grado, por mover y esconder el rifle utilizado en el tiroteo; el cuarto cargo es también por obstrucción de la justicia, delito grave de tercer grado, por deshacerse de la ropa que llevaba puesta durante el tiroteo; el quinto cargo, manipulación de testigos, un delito grave de tercer grado, por ordenar a su compañero de piso que borrara su mensaje incriminatorio; el sexto cargo también es por la manipulación de testigos, un delito grave de tercer grado por ordenar a su compañero de habitación que callara si la policía lo interrogaba; y el séptimo cargo es la comisión de un delito violento en presencia de un menor, un delito menor a sabiendas de que había menores presentes y que podrían haber visto u oído el asesinato, y lo hicieron basándose en la expresión política de Charlie Kirk”, ha concluido el fiscal de Utah

Charlie Kirk, uno de los jóvenes referentes de la extrema derecha norteamericana y aliado fiel de Donald Trump, recibió un disparo en el cuello mientras participaba en un acto público en la Universidad del Valle de Utah, en el marco de la gira The American Comeback Tour, organizada por la filial local de Turning Point USA, la entidad que él mismo fundó en 2012 y que dirige desde entonces. Kirk era una de las voces más influyentes del trumpismo y construyó su carrera política defendiendo posiciones ultraderechistas en materia de inmigración, cultura y educación. La revista Forbes lo incluyó en 2018 en la lista 30 Under 30 en la categoría de ley y política. Kirk se declaraba cristiano evangélico y provenía de una familia de clase media del área de Chicago. Kirk se convirtió en uno de los principales puentes entre Trump y el voto joven, un segmento tradicionalmente difícil para los republicanos. Consiguió conectar a través de Turning Point USA, la organización que fundó en 2012 y que rápidamente se convirtió en una de las plataformas políticas más influyentes del país, con millones de dólares recaudados para las campañas republicanas. Esta red demostró su fuerza en las elecciones del 5 de noviembre de 2024, cuando solo en Arizona consiguió movilizar 125.000 personas a favor de Trump, un margen decisivo en un estado ganado solo por los republicanos por tan solo 187.000 votos.
 

Para Trump y sus aliados, Kirk era mucho más que un activistaera una figura estratégica que contribuyó a canalizar el descontento juvenil en apoyo al magnate americano. Tanto Trump Jr. (el hijo de Donald Trump) como Vance mantenían una relación estrecha con él, hecho que facilitó su acceso en la Casa Blanca y consolidó su papel como intermediario con donantes y militantes. Su capacidad para conectar con los jóvenes no pasó desapercibida. The Atlantic lo definió como “una de las personas no electas más influyentes de los Estados Unidos”, mientras que Trump lo describió como alguien que entendía profundamente a la juventud norteamericana.  Kirk era una figura muy apreciada dentro del entorno trumpista. Pocos días después de su segunda victoria electoral, Trump lo elogió públicamente, describiéndolo como “un hombre increíble” y agradeciéndole, a él y a su equipo, los “esfuerzos incansables” que, según el presidente, fueron cruciales para conseguir una “victoria histórica”.