Ucrania ha abierto más de 3.000 casos penales por presuntos crímenes cometidos por Rusia contra niños en el país, incluyendo docenas de casos de tortura. El fiscal general de Ucrania ha registrado más de 97.000 informes de presuntos crímenes de guerra cometidos por las fuerzas invasoras. Estos incluyen la tortura, los asesinatos sumarios y los ataques contra la infraestructura civil. A pesar de todo, el mes de agosto solo estaba investigando 208 casos de violencia sexual. No toda la violencia registrada, sin embargo, va dirigida solo a menores. También son múltiples los casos dirigidos a mujeres de hasta 80 años.

Aunque Ucrania se esfuerza por registrar y procesar los crímenes de guerra, las cifras muestran que la violencia sexual sigue siendo un delito oculto. La violación se ha utilizado como arma de guerra en conflictos en todo el mundo, pero es extraño que las personas rindan cuentas por eso. Es difícil encontrar a los perpetradores y demostrar que hubo órdenes de alguien al mando.

En Ucrania, los supervivientes afrontan un largo camino hacia la justicia. Un sistema legal agobiado, el estigma social, la falta de conciencia sobre aquello que constituye violencia sexual y la necesidad de una reforma legislativa podrían impedir que la gente se presente.

La mayoría de los actos de violencia sexual denunciados hasta ahora tuvieron lugar bajo la ocupación, en zonas como las regiones de Kyiv, Járkov y Jersón. La policía no tiene acceso a zonas que todavía están bajo control ruso, de manera que solo puede esperar que Ucrania haga avances militares.

Torturas, abusos y violaciones: los crímenes de guerra de Rusia

Las acusaciones que hay abiertas hasta ahora incluyen "asesinatos, mutilaciones, secuestros de niños, desplazamientos forzados, deportaciones, violencia sexual contra niños y secuestros", dijo el pasado mes de agosto Yulia Usenko, jefa del Departamento para la Protección de los intereses de los Niños y la Lucha contra la Violencia de la Fiscalía General de Ucrania.

En este sentido, Usenko decía que estos presuntos delitos "a menudo se combinan con tortura y privación ilegal de la libertad" y los "órganos de instrucción y fiscales que documentan estos delitos en más de 3.200 procedimientos penales".

Desde que Rusia empezó la invasión a gran escala, en febrero del 2022, las autoridades ucranianas, grupos de derechos humanos, organismos internacionales y organizaciones de noticias han documentado una gran cantidad de crímenes de guerra y abusos de los derechos humanos por parte dela fuerzas rusas.

Por ahora, Rusia ha negado de manera repetida estas acusaciones de tortura y abusos contra los derechos humanos. Tal como detallaba Usenko, los fiscales documentaron 75 casos de niños que habían sufrido varias formas de tortura en manos de soldados y tropas rusas.