Las cifras de víctimas mortales provocadas por el devastador incendio en un conjunto de edificios residenciales en Hong Kong no hacen más que aumentar. Un día después, ya se han confirmado 83, mientras todavía hay unos 280 desaparecidos, motivo por el cual este número podría continuar subiendo, con 70 personas hospitalizadas. De estas, 15 se encuentran en estado crítico y 28 en estado grave. En estos bloques de pisos públicos, Wang Fuk Court, vivían unos 4.000 residentes, y 900 se encuentran ahora mismo en refugios de acogida temporales, ya que han perdido su hogar, según fuentes policiales recogidas en medios locales. Siete de los ocho bloques del conjunto residencial han sido afectados, ya que el fuego, que parecía controlado en un principio, se extendió con una rapidez devastadora: se estaban renovando los edificios, que estaban recubiertos de unos andamios de bambú, una práctica muy habitual en este territorio. De momento, ya hay tres personas detenidas: dos directores y un consultor de la empresa que se encargaba de estas obras, a quienes acusan de negligencia grave, ya que han empleado materiales no homologados o prohibidos para sellar las ventanas.
Desde el Departamento de Trabajo han informado que se habían realizado hasta 16 inspecciones en las obras desde julio de 2024, la última hace solo una semana, el 20 de noviembre. En estas se comprobaba que las redes de los andamios cumplieran con la normativa y el departamento había recordado hace pocos días al contratista que se aplicaran medidas adecuadas de protección contra los incendios.
Los grandes incendios en edificios residenciales
Con estos datos, el incendio de Wang Fuk Court ya es uno de los más graves de los últimos años. A pesar de que comenzó siendo calificado con el nivel más bajo, rápidamente escaló hasta una peligrosidad de cuatro puntos sobre cinco y, horas más tarde, llegó a alcanzar el nivel más alto de emergencia. Es la primera vez en 17 años que se produce un incendio de estas características en Hong Kong, que ha dejado imágenes sobrecogedoras. Comparable al del 15 de noviembre de 2010, en Shanghái, cuando murieron 83 personas y 70 resultaron heridas en un rascacielos, provocado por negligencias de unos trabajadores sin licencia. En 2023, 77 personas murieron en un incendio que gestionaba una ONG en Johannesburgo y en 2017 se registraron 71 víctimas mortales en un impactante incendio en la torre Grenfell, en el barrio de North Kensington de Londres.
