La excelencia de los vinos tintos como acompañamiento para los platos de carne es un verdadero placer para los sentidos. Estas deliciosas bebidas, con la complejidad de sabores y aromas, añaden un nivel de sofisticación a cualquier comida que difícilmente puede ser igualada por otros tipos de vinos. Cuando se trata de casar vinos tintos con carne, especialmente con platos de cordero, se abre un abanico de posibilidades que realzan tanto el vino como el plato en sí. Los vinos tintos, ya sean negros robustos, opulentos y de cuerpo completo, o elegantes y suaves, tienen la capacidad de complementar la riqueza y la textura de la carne de cordero de una manera única. Es por eso que esta semana, el sumiller de El Celler de La Gourmeteria, Carla Viladric, nos acerca 3 vinos excelentes para acompañar un plato de cordero.


3 vinos excelentes para acompañar un plato de cordero

La carne de cordero, con el sabor distintivo y la ternura, requiere un vino que pueda igualar su intensidad sin agobiarla. Los vinos tintos, con carácter profundo y a menudo notas de frutas maduras, especias y taninos suaves, son la elección perfecta para realzar los sabores de un plato de cordero. La combinación de la carne jugosa y tierna con la estructura y la complejidad del vino tinto crea una armonía en el paladar que es simplemente irresistible. Ya sea que se opte por un cordero asado con hierbas mediterráneas, un estofado con salsa de vino tinto o incluso unas costillas a la parrilla, un vino tinto bien seleccionado elevará la experiencia gastronómica a nuevas alturas. Su capacidad para equilibrar los sabores y mejorar la experiencia sensorial convierte esta combinación en un verdadero deleite para los amantes de la buena comida y el buen vino.

Angelia 2017 de la Bodega Buil & Giné

El primer vino tinto es del Priorat, se llama Angelia y es del añada 2017. Es una mezcla donde predomina la cabernet sauvignon, con un poco de garnacha y, en menor presencia, cariñena y merlot. Es un vino que recuerda mucho en la parte de confitura, moras, cacaos o incluso de pimientos o pimienta, siempre con un final mineral y mucho largo. Obtenemos unos 14 meses de crianza en botas de roble francés.

Viña Coqueta 2014 de la bodega Remírez de Ganuza

Nos trasladamos a La Rioja, en el pueblo de Samaniego, para conocer la bodega de Remírez de Ganuza y chocar con el vino Viña Coqueta del añada 2014. Predomina el tempranillo con un 90%, mientras que la parte restante es de graciano. 25 meses de crianza en botas de roble francés nuevas, para conseguir un vino carnoso, complejo, con toques de regaliz y balsámicos.

Château Haut Ferrand Pomerol 2012

El último está en Burdeos, en Francia, en el Pomerol. Se trata del vino Château Haut Ferrand del añada 2012, donde predomina la merlot, con toques de cabernet franco. Aquí encontramos muchos fumados, que consiguen redondear el vino, ya que no solo tiene crianza en botas de roble, sino que pasa unos cuantos años en la botella antes de salir al mercado.