Dejarlo con tu pareja es algo que viven centenares de personas cada día. Ahora bien, hay ciertas fechas señaladas donde no es recomendable cortar la relación con tu compañero. Una de estas, marcada en rojo y en mayúsculas, es San Valentín. Quedan poco menos de tres semanas para una de las jornadas más románticas en que vive la población mundial, excepto Catalunya que disfruta del día de Sant Jordi. A pesar del conocimiento de este hecho no escrito, pero obvio para todo el mundo, hay personas que deciden romperlo y dejar su pareja pocos días antes de un 14 de febrero.

Por esta razón, la sumiller de El Celler de La Gourmeteria, Carla Viladric, reaparece una semana más con la solución idónea y la respuesta que tenemos que tener con respecto a una ruptura tan dolorosa. ¿Y cuál puede ser? Pues los mejores vinos que tienes que tener en cuenta para sacar adelante cada una de las fases que engloba la separación con el amor de tu vida. ¡Déjate aconsejar por nuestra experta en este vídeo!


Vinos para las fases de una ruptura

En primer lugar, está la fase de negación. No aceptamos lo que acaba de suceder, no encaramos o no queremos afrontar la nueva etapa y nos adentramos en la máxima expresión de la negación. Buscamos muchísimas actividades para evadirnos y eso hace que perdemos el hambre, el sueño... y la sed. "En este caso lo que te propongo es que tomes un buen vermú", recomienda Viladric. El motivo es bien sencillo y es que es uno de los mejores aperitivos para abrir el hambre, generar endorfinas y ponernos contentos. En definitiva, la primera pasa hacia la nueva felicidad.

Pasamos a la siguiente etapa, catalogada como rabia, frustración o enfado. Has aceptado la ruptura, e incluso la decisión, pero odias tu expareja hasta el punto de encontrarte en una situación de ofuscarse en bucle y los pensamientos van demasiado rápido de un extremo en el otro. Lo que aconseja hacer el sumiller es preparar una buena tabla de quesos y empezar una botella de Cabernet Sauvignon. "Son vinos estructurados, con cuerpo, para saborearlos con calma y relajarnos las ideas y la mente", describe.

El tercer estrato consiste en la fase de tristeza. Es, seguramente, la más dura de todas porque aceptas todo lo que ha pasado y está pasando dentro de tu cabeza y echas de menos a esta persona más que nunca. Para contrarrestar esta actitud lo que tienes que hacer es animarte. ¿Cómo? Con un vino blanco de muchísima acidez. "En Alemania hay las mejores Riesling, pero en Catalunya también hay muy interesantes", explica Viladric. Y, finalmente, la etapa de la aceptación. Eres una nueva persona que recuerda el pasado con ternura y dulzura, pero mira al futuro con convicción y ganas. Por lo tanto, naturalidad y sencillez, es decir, la mejor opción son los vinos naturales.