Durante todo el verano y hasta septiembre, el Winter Garden, ubicado en la azotea del centenario Hotel Palace de Barcelona, acoge el Jardín Libanés, una compilación de sabores mediterráneos arraigados en las recetas de tradición familiar de este país del Oriente Medio acercados a los comensales por las deliciosas creaciones del chef Paul Haddad caracterizadas por la presencia de especias de indiscutible calidad, platos cocinados a la brasa y dulces imbuidos de esencia de flor de azahar; una experiencia gastronómica para disfrutar con el horizonte nocturno de la Ciudad Condal de fondo.
La propuesta del chef Haddad se puede degustar con dos menús, uno de "mar", con la lubina como plato principal, y uno de "montaña", con brochetas de cordero, ternera, pollo y verduras. Eso sí, las dos propuestas a compartir o, en libanés, a mezza, con los diferentes platos colocados en el centro de la mesa, según dicta la tradición del Líbano.
'Mezza' del chef: los platos más sabrosos de la cocina libanesa, a compartir
Si se llega con hambre lo recomendable es escoger la opción mezza del chef, con la parrilla libanesa como plato fuerte. Antes de probar las diferentes carnes adobadas o marinadas, dependiendo de cada caso, la mesa se llena de apetitosos entrantes, empezando por el emblemático hummus aliñado con tahini, aceite de oliva y piñones; el moutabal, una crema de berenjena y yogur, adornado con granos de granada; y el mouhamara, una salsa de pimientos rojos y nueces servido para untar sobre el pan de pita recién horneado. Dos ensaladas típicas de la región, taboule y fattoush, nos refrescarán durante las calurosas noches estivales con hortalizas y verduras frescas con limón, menta y granada –y pita crujiente en el caso del fattoush- antes de la segunda tanda de entrantes.

La primera parte de los entrantes, más ligeros y frescos, dan paso a las frituras. Un delicioso falafel con salsas de sésamo y tarator (tahini, zumo de limón y cilantro o perejil) seguido del kébbe kraas, una especie de croqueta de burghul -varios tipos de trigo mezclados- rellenada con cordero, yogur colado conocido como labneh y piñones; rikak de queso feta; y fateyer de espinacas. Ahora sí, todo a punto para disfrutar de las brochetas Shish Taouk (pollo marinado con ajo, tomate y limón), Kafta (cordero picado y perejil), Lahmen Meshwé (ternera adobada con especias), Sijouk (salchichas típicas del Oriente Medio y de los Balcanes), y de verduras asadas al estilo libanés, todo acompañado de cuatro salsas diferentes: harissa –la más picante-, tarator, tahini y bouhaz.


Para acabar, tres planteamientos de dulces: una variedad de baklava o pasteles típicos de la gastronomía de Asia central con diferentes frutos secos y bañados en almíbar; mahmul de pistacho y agua de azahar; y, para poner el broche de oro a la velada, el mohalabihe, el flan tradicional del Líbano elaborado con leche, azúcar, vainilla y harina de arroz.