Me fascina descubrir un restaurante y que me sorprenda muy positivamente. Pero todavía es más laudable volver unos cuantos años después y comprobar la evolución que ha sufrido. Estoy hablando del restaurante La Dama, un local icónico de Barcelona y la Diagonal, que carga en la espalda decenas de años haciendo historia. Mi primera experiencia fue en el 2019 cuando, entre la oscuridad que caracteriza el establecimiento, vi brillar las estrellas de los platos y de esta oferta tan bien compacta y maquetada. Ahora he vuelto con la intriga de descubrir qué sería de La Dama casi un lustro después.

La Dama: un apartamento secreto de lujo

Con una discreta reputación como punto de encuentro único para los barceloneses influyentes e inspirados, La Dama se define como una fuente de sensaciones y oportunidades. Productos de espíritu ambicioso y romántico, el restaurante y el bar de cócteles coexisten brindando una experiencia de un sitio donde todo el mundo quiere estar. Fundado el 1984, La Dama ha acogido históricamente a la clientela más exigente y cosmopolita de la ciudad de Barcelona. Este local idílico ha pasado por pocas manos a lo largo de sus 40 años de historia y se considera una institución entre los catalanes, los expatriados y un círculo cada vez más amplio de viajeros bien informados.

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Una alfombra roja da la bienvenida a La Dama / Foto: Cedida

La Dama se define como una fuente de sensaciones y oportunidades. Productos de espíritu ambicioso y romántico, el restaurante y el bar de cócteles coexisten brindando una experiencia de un sitio donde todo el mundo quiere estar

Con un nuevo propietario, conocido por su atención al detalle del servicio hospitalario, el diseño y el desarrollo inmobiliario; su objetivo es hacer evolucionar este lugar con revivido prestigio, fusionando los cimientos atemporales del mejor servicio con influencias contemporáneas. Situada en la emblemática Casa Sayrach, La Dama representa a la burguesía moderna de Barcelona. Una impresionante puerta de hierro y un espectacular vestíbulo modernista conducen en una puerta discretamente señalizada, que se abre a un apartamento secreto, auténtica esencia solo para aquellos que conocen el restaurante... si lo sabes, lo sabes.

Este establecimiento social, único en su género, ha renacido para convertirse en un elegante espacio gastronómico de salones, espejos brillantes, papel pintado con detalles florales y ricos toques de terciopelo. El apartamento secreto se compone de cuatro salas con nombres únicos como el Comedor Sayrach, Salón Modernista, Salón Oriental y Salón Privé. La coctelería es un bar íntimo de inspiración artes deco que aprovecha la singularidad del salón para recibir al comensal bajo una original puerta ornamentada.

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El servicio de La Dama es excelente / Foto: Cedida

Una carta para salivar desde el primer minuto

Entre las especialidades de La Dama hay delicias como el Magret de pato Wellington, en una interpretación diferente de la receta original; su emblemático calamar carbonara, donde la pasta se sustituye brillantemente por calamares cortados al estilo linguini; y las imprescindibles cucharillas de langosta en el vermú, que incorporan trozos de bogavante de la medida de un bocado con una mantequilla emulsionada con vermú. Y para acabar algunos postres Michelin. Una Tarte Tatin muy tierna que se deshace sola en la boca; una némesis de fambuesa que se convierte en una exclusividad de La Dama; o bien, un parfait de chocolate con hielo de vainilla y grué de cacao.

La Dama también despliega con orgullo un impresionante programa de bar. Los cócteles, de estilo elegante y nombres ingeniosos, destilan influencias clásicas con interpretaciones contemporáneas sutiles, que complementan a la perfección el eclecticismo y la sofisticación del restaurante. Para culminar esta sensación casera, La Dama abre de martes a sábado y sirve comidas cada día de 13 h en 16 h, cenas que empiezan temprano desde las 18 h y cócteles cada día hasta la 1 h excepto los jueves hasta las 2 h y los viernes y sábados hasta las 3 h.