Las historias bonitas nos hacen sentir bien, nos reconfortan en la sensación de control que todos necesitamos para afrontar el día a día, pero cuando esta historia bonita surge de las cenizas de una tragedia, entonces es altamente inspiradora. Este es el relato de la nueva coctelería tiki en el Raval, el Dead End Paradise, que ahora está en boca de muchos por haber creado un cóctel de pan con tomate.
Arranca en agosto del 2022, en Beirut. Electric Bing Sutt era un bar que fusionaba elementos asiáticos con la cultura propia de Oriente Medio en un formato de cocina y barra ininterrumpida. Un oasis ecléctico que en escasos dos años de existencia, en el 2020, se coló en la prestigiosa lista de los 50 Best Bars, en la posición 46, como único representante de Oriente Medio.
🍅 Comer pan con tomate no tiene ningún sentido (y hay chefs que nos dan la razón)
La suerte sonreía a sus propietarios, Jad Ballout y su esposa, Lynn Lin, que veían cumplido un sueño y disfrutaban de un reconocimiento merecido. Pero todo cambia a un 4 de agosto del 2020, con la terrible explosión que barrió el puerto y los barrios adyacentes de la capital del Líbano como el Gemmayze, donde estaba ubicado el bar. Pérdida, devastación y estupor.
El camino que lleva al matrimonio hasta el Raval está lleno de generosidad, compañerismo y amistad, porque dos amigos de la pareja, Dinos Constantinides (Chipre) y Nico de Soto (Francia), propietarios de bares, crearon un proyecto a GoFundMe para reunir el dinero suficiente para volver a empezar. En poco, las contribuciones se acumulaban y crecían, provenientes de todo el mundo, hasta llegar a obtener un total de 40.000€. Aunque la idea de Jad y Lynn era abrir el Dead End Paradise en Beirut, decidieron trasladarse y adaptar el proyecto a Barcelona, sumándose con su propuesta refrescante e internacional a la reconocida Milla de Oro de la Coctelería de la ciudad.

El mayor gesto de respeto para la cultura que te acoge es rendirle pequeños homenajes. A menudo los ojos extranjeros detectan y exaltan el más habitual y común, elevando lo que, para los locales, es el día a día. La pareja se dedicó a recurrir la geografía española, bebiéndosela y comiéndosela, buscando los elementos culturales adecuados para reflejarlos en su carta de cócteles. Así es como su célebre cóctel Rojo se ha situado como el combinado más pedido de esta coctelería tiki y tal como Jad y Lynn lo describen, sus componentes son pan con tomate líquido, vodka, güisqui y malta. Y este guiño no es el único: encapsulan la sensación de zamparse una gilda en la barra de un bar de la Boqueria en el cóctel Ivory (olivas gordals, lichi, esencia de mar, jalapeño, Martini Ambrato y ginebra) y en Icy Pink incorporan los churros (y horchata, plátano, limón y ron) para representar en un trago la sensación de un turista en la Rambla.
Con pan con tomate líquido entre sus componentes, el cóctel Rojo se ha situado como el combinado más pedido de la coctelería
Estos son solo unos ejemplos de lo mucho que Dead End Paradise puede aportar en una ciudad que acoge este proyecto con la ternura propia de a quién reconforta a quien ha sufrido pero con el orgullo manifiesto de poder sumar a sus filas una propuesta de gran personalidad y genuina. Podemos presumir de una Barcelona que atesora tres de los mejores bares del mundo según la prestigiosa lista que distingue las coctelerías más significativas por todo el mundo, la 50 World's Best Bars: Paradiso (número 1), Sips (número 3) y Two Schmucks (número 7). Y que ha desarrollado una cultura coctelera en los últimos 50 años con clásicos como Boadas o Tandem, pudiendo citar muchas otras. Alzamos el cóctel para brindar por la salud de todas ellas, pero sobre todo para dar la bienvenida a Jad, a Lynn y en sus bebidas que capturan estados de ánimo, sensaciones y memorias desde una esquina de la calle Valdonzella sugiriendo que, lo mejor, está por llegar.