El street food más de playa se instala a la arena, en la playa de Castelldefels, a pocos minutos en coche de Barcelona. Tiene rollo, muy buen rollo. Es el chiringuito más urbano, más canalla, más cosmopolita que ha tomado la playa esta temporada y, recuérdalo, porque se hablará. Se trata del espacio de Santa Garota. Aquí trazan una línea y se desmarcan de los otros chiringuitos de esencia mediterránea que pueblan la costa, con una oferta remarcadamente internacional, tremendamente foodie, excelentemente buena y bonita. Una personalidad e identidad propia, la de Santa Garota. Como se merece.

Una esencia diferente del resto de chiringuitos

El ambiente despreocupado, alborotador (del bueno), cañero, próximo y con un buen rollo descarado, es otra señal de identidad de Santa Garrota, un escenario ambientado al estilo de las paradas de street food. Aquí, uno va a pasárselo bien. A vivir el verano como se merece. Y a disfrutar comiendo. Comer con las manos, claro está, lo que se llama finger food, vaya. A comer nachos y, por qué no decirlo, para recalcar que todo está delicioso. A comer gyozas, gambas en el coco, baos, bowls, pad thai, kebab, hamburguesas... Por cierto, cada plato es instagrameable.

Es el chiringuito más urbano, más canalla, más cosmopolita que ha tomado la playa esta temporada. Un espacio que traza una línea y se desmarcan de los otros chiringuitos de esencia mediterránea que pueblan la costa, con una propuesta 'gastro' internacional

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Uno de los platos que ofrecen al Santa Garota / Foto: Cedida

Muchas recetas diferentes, pues, que conquistarán los paladares más sibaritas y amantes de las experiencias gourmet más diversas, que prometen ser it. Como los tacos de gambas, los baños de xiitake o el pollo karaage. Además, hay muchos platos vegetarianos (¡bendecidos sean los falafel!) y veganos, así como menús infantiles.

Coctelería de autor a 10 metros del mar

Otra gran apuesta de Santa Garota es el estatus de coctelería de autor. Cócteles de inspiración caribeña, la mayoría, para recordar que eso es el mar, eso es el sol, eso es la arena y eso es el verano azul. Daiquiri, Margarita, Mojitos, Cosmo, Bloody Mary, Caipiroska, Moscow Mule... Todos los clásicos –sin excepción– están aquí. En eso hay que sumar actividades de playa como torneos de volley o descanso en hamacas.

Cuenta, porque en Santa Garota el placer será efímero (aunque inolvidable), como en cualquier chiringuito de playa. Así que corre, porque cada día que pasa es un día menos para disfrutar del verano al máximo. Desde el desayuno hasta la madrugada. Desde un bowl de açaí o una tostada de Benedict, hasta la última copa, recuerda eso es Santa Garota. Y mola.