Qué tiene que hacer un buen amante de los quesos una vez en su vida

Los primeros documentos que aparecen que hacen referencia a la Fira de Sant Ermengol de La Seu d'Urgell datan del año 1048, lo que la convierte en la primera feria documentada de Catalunya, pero también del país vecino. Incluida en la misma feria tenemos la Fira de Formatges Artesans del Pirineu, todo un referente en el país que este año celebra la 29.ª edición, con 51 queserías participantes y 188 quesos diferentes que han probado los miembros del jurado.

Desde primera hora del sábado, el jurado nos hemos reunido en la sala polivalente de la Seu durante casi tres horas para decidir los quesos ganadores de cada categoría. Siempre digo que todo amante del queso tiene que hacer de jurado de un concurso de quesos al menos una vez en su vida. Podríamos decir que es como un bautizo de los quesos en el que durante unas horas todo gira en torno al queso y donde valoras primero el aspecto exterior e interior de cada queso de la categoría que te han asignado desde la organización para después valorar el aroma, la textura y el buqué, que no es poca cosa, y acabar compartiendo impresiones con las compañeras y compañeros de la mesa. Durante el acto, la periodista especializada en gastronomía y speaker Carme Gasull nos ha acompañado y alegrado la cata.

Cabe decir que nos ha tocado una mesa donde hemos reído mucho. Estaba con Ioritz Imaz, que lo conozco de cuando era alcalde de Idiazabal, o no, porque lo tenía al lado y cuando nos hemos presentado le digo: "Yo soy amigo de un chico que fue alcalde de Idiazabal, estuvimos con él jugando a pelota vasca y después nos preparó la comida, un menú de "sidrería", tortilla de bacalao, pimientos, chuletón y estuvo cantando todo el día, un chico muy divertido", y entonces el tío me suelta: "Víctor, soy yo". Hostia, me quedé de piedra. También estaba el bertsolari Iker Zubeldia, alcalde de Zegama, que era de lejos la nariz más fina de la mesa. De cabeza de mesa y para poner orden estaba con nosotros el afinador Francesc Portet, de la quesería Caseus de Granollers, y Jordi Marquet, gastrónomo andorrano fundador de la primera tienda gourmet en Andorra ahora hace cuarenta años.

Ya me perdonaréis, pero hace años que participo de jurado y cansado de no coger una categoría de las que consideramos más top, esta vez he dado en el clavo: leche de oveja cuajada enzimática de pasta dura. Loco de contento, me he levantado en Sorribes de la Vansa cuando todavía era de noche para bajar hacia La Seu mientras despuntaba el día. A las ocho ya estábamos sentados en la mesa con Toni y Pere en L’Estanc de Adrall, con un plato de callos de cordero que reanimaría a un muerto, para después, como quien no quiere la cosa, ir directamente hacia el cementerio, por suerte, solamente a aparcar el coche y tirar hacia el aula de cata donde probaremos solamente dieciocho quesos que tendremos que puntuar y valorar. Para acompañar la cata, nos sirven un poco de agua y vino blanco, en esta ocasión, un vino muy apreciado en la zona, el Carisma hecho en Montant, para ir humedeciendo la garganta.

A lo largo de la cata, nos han pasado cosas que os quiero explicar. En primer lugar, el queso número 15. Antes de abrirlo, presentaba una apariencia exterior y un aroma diferente de la categoría que estábamos valorando. Hemos pedido a la organización que confirmara la ficha técnica y después de comprobarlo, lo han eliminado de nuestra categoría. En segundo lugar, cuando hemos probado el primer queso, nos ha parecido bueno y he comentado tímidamente que quizás estábamos delante del mejor queso que probaríamos, todos hemos reído. Lo curioso es que, finalmente y después de probar los dieciocho quesos, le hemos concedido la medalla de oro. Hemos sabido más tarde que el premiado de nuestra categoría, ya que era una cata a ciegas, era el Goine Gaztak de Lácteos Goine.

La entrega de los premios de los quesos ganadores, donde las queserías del Alt Urgell se han llevado once medallas, han empezado con la entrega del Premio Amigo del Queso 2023 que este año ha recaído en Montse Ferrer, organizadora de la feria durante los últimos 26 años y sin la cual no estaríamos donde estamos. Ya cuento los días que faltan para celebrar la 30.ª edición que celebraremos el próximo año.