Los tirabeques llevan formando parte de nuestra gastronomía toda la vida y sus propiedades nutricionales ayudaron a que se convirtieran en el ingrediente de moda:

Propiedades nutricionales 

Al ser verdes y venir del campo, es fácil que metamos a los tirabeques o bisaltos en el grupo de las verduras, pero realmente son legumbres al igual que los guisantes o las lentejas. Ese estar entre dos tierras es una gran suerte, ya que por su composición destacan tanto por la cantidad de proteínas que aportan (característica de las legumbres), como la fibra (muy propio de las verduras). 

Al hablar de vitaminas debemos destacar su aporte en vitamina C, ya que con solo una ración se puede completar la cantidad recomendada para un adulto. También son ricos en vitamina A y algunas del grupo B, como la B1, B2 y B3. 

En cuanto a los minerales, los tirabeques, al igual que los guisantes, destacan por su contenido en fósforo y hierro. También es relevante su contenido en magnesio. 

Los tirabeques llevan formando parte de nuestra gastronomía toda la vida y sus propiedades nutricionales ayudaron a que se convirtieran en el ingrediente de moda

Beneficios 

Se trata de un alimento sin grasa y que aporta muy pocas calorías, pero gracias a su contenido en fibra sí sacia, convirtiéndolo en un producto ideal para mantener la línea o en dietas en las que se quiere perder peso. 

Los expertos en nutrición destacan varios beneficios importantes para nuestra salud, aunque en está época subrayamos bien fuerte su capacidad para fortalecer nuestro sistema inmune. Estos días que parece que nuestras defensas necesitan un extra, los tirabeques y su alto contenido en vitamina C y B son lo que necesitas. 

Esa misma Vitamina C, de la que tiene una buena dosis, es un excelente antioxidante, que nos protege de los radicales libres y envejecimiento prematuro.  

En el caso de la Vitamina A, es muy beneficiosa para la reparación de los tejidos, lo que se puede traducir en una piel más sana. ¡Y también cuida de la vista!

Por último, su concentración en calcio y fósforo ayudan a que nuestros huesos estén fuertes. 

¿Cómo cocinarlo?

Al contrario que sus primos, los guisantes o las habas, los tirabeques se consumen enteros, tanto la vaina como la semilla. En un principio puede resultar un poco chocante comerse la vaina, pero al comprobar su textura y su sabor… con el segundo no hay dudas. 

A la hora de lavarlos y prepararlos, el proceso es muy similar al de las judías verdes: se retiran los extremos y el filamento que los une (una especie de hilo que luego puede resultar un poco desagradable comer). 

Y así ya estarían listos para su disfrute, por ejemplo, como complemento en una ensalada. En caso de preferir cocinarlos, el consejo general es hacerlo el menor tiempo posible. No es necesario cocinarlos mucho para lograr una textura agradable y así evitamos perder vitaminas. 

Los tirabeques están igual de deliciosos al vapor, cocidos o simplemente salteados con unas gotas de aceite de oliva. 

Foto: Pexels
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Recetas con tirabeques 

Salteados con jamón son una delicia sencilla, sabrosa y rápida, al igual que los guisantes. Pero, si se busca una receta más contundente y con ese toque oriental tan de moda, un pollo con tirabeques y soja es la receta. 

Si se tiene tiempo, se puede dejar marinar la pechuga de pollo ya cortada en dados en un poco de soja con jengibre. Después, en una sartén salteamos el pollo hasta que comience a estar dorado. Añadimos el jugo en el que se marinó y los tirabeques ya limpios. Dejamos tapado para que se cocinen juntos unos diez minutos y listo. Un poco de arroz blanco largo puede ser el complemento perfecto. 

Al contrario que sus primos, los guisantes o las habas, los tirabeques se consumen enteros, tanto la vaina como la semilla

Origen

Como no podía ser de otro modo, los tirabeques provienen de Asia, aunque llegó con mucha fuerza a Turquía y desde allí siguió viajando por el Mediterráneo. Se trata de un alimento que se conoce desde la prehistoria y es que, como buena legumbre, es sencillo de cultivar. 

Hoy en día, el Mediterráneo sigue acogiendo a los mayores productores y también los consumidores. 

El consejo

Los tirabeques no aguantan mucho en la nevera. De hecho, a los tres días ya empiezan a perder esa textura tan característica. Así pues, lo ideal es consumirlos lo más frescos posible. Tampoco soportan muy bien el congelado, ya que cogen demasiada agua. 

En cuanto al momento ideal, ¡es ahora! Entre marzo y abril encontramos a los tirabeques en su mejor momento. Así, si sales a la frutería y los ves, ¡no lo dudes!