Una fuente de proteínas baja en grasa, ricas en vitaminas, fácil de digerir y muy versátil en la cocina. ¿Se le puede pedir algo más? Sí, que sea barato. ¡Y lo es!
Propiedades nutricionales
La carne de conejo es una de las más sanas que podemos encontrar en la carnicería. Es muy similar a la de pollo o pavo, cuya principal característica es que se trata de una carne magra, sin apenas grasa. Por eso, podemos decir que es una estupenda fuente de proteínas.
Otra de las propiedades de la carne de conejo de la que nos podemos aprovechar, es que se trata de un alimento muy fácil de digerir, en parte por esa falta de grasas. Es una carne tierna por lo que es ideal para su consumo en todas las etapas de la vida, desde los más pequeños hasta los ancianos.  
Si gracias a su bajo contenido en grasa, esta carne es apropiada para personas que sufren de colesterol alto (o que saben que se han pasado estas fiestas), también es muy positiva para quienes deben controlar su presión arterial debido a que es una carne muy pobre en sodio.

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rabbit / Foto: Px


Beneficios
La carne de conejo es rica en vitaminas del grupo B. Solo con una ración logramos la cantidad recomendada de B3 y se sobrepasan las necesidades de B12. En el caso de la B6, necesaria para mantener en forma las defensas y cuidar el sistema nervioso, con una ración de carne de conejo logramos casi la mitad de la cantidad recomendada.
A su vez, esta carne blanca, tiene un alto contenido de fósforo, y es fuente de selenio y potasio.
¿Cómo cocinarlo?
La versatilidad de este alimento es una de sus grandes ventajas. Su sabor es suave por lo que combina a la perfección con otros productos para lograr platos completos y equilibrados de forma sencilla.
En la mayoría de carnicerías ofrecen conejos criados en granjas, de sabor más suave que el silvestre. Además, suelen venderlo entero, limpio, o preparado para el guiso que tengamos en mente.
La receta más común es el conejo al ajillo, tan simple como freírlo en aceite de oliva a fuego vivo junto a unos cuantos ajos. Aunque nadie puede negar que el resultado es muy sabroso, esta no es la forma más apropiada si estamos a dieta. Mucho mejor apostar por asados. El horno le sienta de maravilla al conejo y lo podemos acompañar de las clásicas patatas o un mix de verduras como cebolla, pimiento, calabacín
Recetas con conejo
Ahora que estamos destacando la carne de conejo como opción saludable tras una época de excesos, la recomendación es apostar por un guiso de conejo con verduras.
Para que sea más sencillo, dile al carnicero que te trocee el conejo para guisarlo. Así, solo tendrás que salpimentar a tu gusto e introducirlo en una sopera con unas cucharadas de aceite. Recuerda que el tomillo combina a la perfección con esta carne y le dará un toque distinto.
Una vez sellada la carne, sácala y reserva. En ese mismo aceite, sofríe las verduras que más te guste. Queda ideal con bien de cebolla y zanahoria y un buen vaso de vino cuando ya estén cocinadas. Unos minutos haciendo chof-chof todo junto y ya tienes un guiso reconfortante y sano para este duro mes de enero.
Origen
En esta ocasión no debemos ir muy lejos para encontrar el origen del conejo ya que podemos decir que es algo muy nuestro. Fueron los fenicios los que pusieron el nombre de Hispania a la Península Ibérica, lo que se traducía como “tierra de conejos”. Así la llamaron los romanos, quienes incuso utilizaron la imagen de una dama sentada sobre conejos en algunas monedas.
En la actualidad, la caza menor siegue siendo una fuente de ingresos y una actividad en auge. Aun así, la mayoría de conejos que llegan a nuestra mesa son de granjas, al igual que el pollo o el pavo.
El consejo
Al igual que el pollo lo compramos dependiendo de la receta que pensemos hacer, con el conejo debemos hacer lo mismo. El carnicero nos proporcionará la mejor pieza y lo preparará para ayudarnos a en su preparación final.
La carne de conejo puede aguantar en la nevera hasta tres días sin problema, pero también soporta muy bien el congelado, por lo que ante la duda, siempre es mejor apostar por el congelador. Allí lo podemos guardar unos 4 meses.