Si el domingo es fiesta de guardar, este domingo 23 todavía lo es más: con el fin de disfrutar de la fiesta democrática de unas elecciones, ponemos sobre la mesa tres excelentes propuestas de restaurantes de Barcelona que ofrecen sus sabrosos platos en formato delivery. Sin complicaciones, sin cocinar (si es que no apetece) y con todo el disfrute asegurado para tener un domingo festivo en toda regla.
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Marta Garreta recomienda... Al Grano
Como reza su propio nombre, este delivery especializado en arroces que lleva la firma de la chef Aziza El Bachiri, del restaurante Teleférico, va al grano: ofrecer una interesante variedad de arroces, desde el tradicional señorito (con todo el marisco pelado), a un mar y montaña de cordero deshuesado, sobrasada de Mallorca y calamar o un vegetariano bien sabroso, el de berenjena fumada con alcachofas y cremoso de burrata para disfrutar sin cocinar. Algrano Arroces presenta hasta 8 opciones en formato individual o para dos personas, ideal para coger unas cuantas y hacer un auténtico festival arrocero manteniendo la cocina impoluta! Si apetecen algunos entrantes para picar y hacer hambre, Algrano Arroces propone un trío de croquetas (jamón, gamba roja y setas) o un pulpo braseado con parmentier de patata y trufa que harán las delicias de quien se sienten a la mesa.
Lo mejor de estos arroces no es el sabor, su arroz bomba del Delta del Ebro o la alta calidad de sus ingredientes, es la perfecta cocción del grano y un ingenioso packaging donde se incluye la paellera, pensada para que el arroz llegue a casa con el grano en su punto: nunca se pasa, ya que el embalaje acaba de hacer el arroz mientras viaja a los domicilios. Quien viva cerca de Plaça Letamendi o quiera cogerse un suculento arroz de camino de vuelta en casa, puede hacer pedido en el Teleférico y pasarlo a recoger allí, con un descuento que siempre se agradece. Un delivery en arroces único por su calidad.
📍 Plaza Doctor Letamendi 27
Víctor Recort recomienda... Piel de Gallina
¿Qué ofrec Piel de Gallina? Pollo frito, el tantas veces desdichado pollo frito, quién hace de hilo conductor de su carta, con una feliz transigencia por el street food de recetario internacional. Eso último, aterrizado y con las ruedas deslizando encima de la pista, se traduce, por ejemplo, en un taco de picatoste con salsa michelada. Estos bocados —el taco de picatoste, la ensaladilla rusa en panipuri, la hamburguesa de pollo— están pensadas por aquellos a quien les guste ensuciarse las manos para después lamerse los dedos.
Dentro de esta bacanal de la fusión, se podría pensar que, en Piel de Gallina, la cocina catalana se arrincona en la parte más inhóspita de la buhardilla. Al contrario, uno de los platos estrella del restaurante nos presenta seis piezas de pollo frito donde se nos propone un viaje gastronómico por todo el mundo con escala en Tennessee, Seúl, Lima, Patagonia, Bangkok y, claro está, Valls. El trozo de pollo crujiente con calçot frito, romesco, avellana y perejil frito es de aquellos que hacen agotar los adjetivos, y uno de los gallos de batalla que Piel de Gallina pone a competir a nuestros festivales kilómetro cero. ¿Qué queréis postres? El donut de camión Tatín y la tostada de Santa Teresa con mascarpone son una burrada.
📍 Calle de Aragón 237
Sònia Carmona recomienda... Rooster&Bubbles
Marc Martínez, nieto del propietario el mítico Kikiriki e inventor del pollo asado Joan Casas, es el impulsor de Rooster & Bubbles. La propuesta gastronómica del local gira en torno a la cocción a l'ast, pero tiene una oferta que va mucho más allá del clásico pollo: el cerdo, el cordero o la calabaza también se pueden hacer, y allí lo hacen muy bien, a l'ast (todas estas delicias se pueden consumir en plato, en sándwich o en ensalada). Para regarlo todo, como marca la tradición, la mejor opción es el cava.
📍 Pla de Palau 12