El Empordà es bonito, acogedor y delicioso. Perderse por sus paisajes y disfrutar de la compañía de su buena gente es motivo suficiente para ir. Pero uno de los motivos de más peso para disfrutar de este rincón de Catalunya es su comida. En Pals encontramos un restaurante que ofrece producto de proximidad, de su propia huerta, cocinado de manera cuidadosa y siempre arraigado a la tradición gastronómica. Un espacio especializado en arroces donde disfrutar de una de las mejores comidas de la zona. Se trata del restaurante Sol Blanc, regentado por Jordi Ribas en la cocina y Sònia Hurtado en la sala.

Sol Blanc: una masía con encanto y aire mediterráneo

La pareja Jordi Ribas (chef) y Sònia Hurtado (jefa de sala y camarera de vinos) lideran el restaurante con su equipo de buenos anfitriones. En medio de los arrozales de Pals, dentro de una masía del siglo XIX, se esconde un restaurante que ha sabido unir con maestría la cocina catalana de siempre con una sensibilidad moderna por el producto, la sostenibilidad y el entorno. Sol Blanc, ubicado en el Barri Molinet de este precioso pueblo ampurdanés, es hoy una parada obligatoria para los amantes de la buena mesa y los sabores auténticos.

Jordi Ribas y Sònia Hurtado. / Foto: Jordi Àvila

En la cocina de Sol Blanc no hay prisa, pero sí mucha precisión

La experiencia en Sol Blanc comienza antes de sentarse a la mesa. Su entorno —una masía rehabilitada rodeada de campos y naturaleza— invita a bajar revoluciones. Dispone de un amplio jardín, terrazas y espacios para eventos, una zona de más de 500 m². Una propuesta perfecta para combinar gastronomía con experiencias memorables. En la cocina de Sol Blanc no hay prisa, pero sí mucha precisión. Apuestan por una cocina catalana de temporada, elaborada con productos de
proximidad y, en buena parte, provenientes de su propio huerto.

Huerto del restaurante Sol Blanc. / Foto: Jordi Àvila

Esta filosofía se traslada a cada plato, donde se hace evidente el cuidado por la materia prima y el equilibrio entre tradición e innovación. El arroz —no podía ser de otra manera en Pals— es la estrella de la carta. Se pueden degustar propuestas como el arroz de calamar y pollo o el de sepionet y gambas de Palamós, todos ejecutados con técnica cuidada y sabor profundo. No faltan tampoco platos de pescado fresco, marisco o carnes bien tratadas, con guarniciones que resaltan el producto principal y aportan frescura.

Elogian la calidad de los arroces, el entorno relajante, el servicio atento y el buen equilibrio entre precio y experiencia.

Compromiso con el territorio

Uno de los valores destacados de Sol Blanc es su compromiso con la sostenibilidad y el territorio. Reducción de residuos, relación directa con pequeños productores, uso de producto local y estacional, y respeto por el medio ambiente son pilares fundamentales del proyecto. Esta conciencia se refleja también en la carta de vinos, donde predominan referencias catalanas y ecológicas.

Cordero asado, coca nan a la brasa y los escalivados del huerto del restaurante Sol Blanc. / Foto: Jordi Àvila
Postres de chocolate del restaurante Sol Blanc. / Foto: Jordi Àvila

La Guía Michelin ya ha destacado Sol Blanc como una dirección a tener en cuenta por su cocina honesta y arraigada. Los comensales, por su parte, elogian la calidad de los arroces, el entorno relajante, el servicio atento y el buen equilibrio entre precio y experiencia. Con horario de comida y cena (cerrado los miércoles y jueves), y opciones para reservas de grupo, menús para eventos y servicio para llevar, Sol Blanc se consolida como uno de los grandes referentes de la gastronomía ampurdanesa.