Que el calor no sea un impedimento para hacer turismo rural o de playa por las regiones de Catalunya. En esta ocasión, me desplazo hasta una zona donde son muy típicas las cabañas de bóveda. Exacto, me encuentro en Les Garrigues, concretamente en el municipio de Tarrés para descubrir un local donde elaboran desayunos de tenedor excepcionales rodeado de alojamientos rurales y de buffets en abundancia. Solo adentrarse en este espacio que transpira unos aires auténticos, ya sé que comeré muy bien.


Esta tierra, conocida por su paisaje de piedra seca y olivos, ofrece una gastronomía de raíces hondas donde el aceite de oliva virgen extra es protagonista indiscutible. Entre sus tesoros, el restaurante El Sindicat de Tarrés es una parada obligada: reconocido como uno de los mejores promotores de los aceites locales, podréis probar platos llenos de sabor y autenticidad. Desde la brasa hasta los guisos, pasando por quesos de los Pirineos y unos postres tradicionales, es un homenaje completo a la cocina de proximidad y a la cocina catalana.

Restaurant El Sindicat de Tarrés / Foto: Esmorzardeforquilla.cat
Un surtido de quesos de los Pirineos impresionante / Foto: Esmorzardeforquilla.cat

Empiezo mi visita al Sindicat con un festín colorido protagonizado por un mix de quesos de los Pirineos que me dejó boquiabierto. El azul, intenso y con un aroma persistente, abraza el paladar con cada mordisco. El de pesto, fresco y aromático, rompe con un toque vegetal muy agradable, mientras que el mimolette, con aquel color anaranjado tan vistoso y la textura firme, añade un punto sofisticado y diferente. Una entrada ideal para empezar a abrir el hambre y prepararme por todo lo que vendrá después.

Restaurant El Sindicat de Tarrés / Foto: Esmorzardeforquilla.cat
Longaniza con patatas al caliu, tocino con huevos y un buen plato de judías secas / Foto: Esmorzardeforquilla.cat

Una de las esencias de esta casa es la de los buffets. Cuando no tienen carta, ofrecen bufete, y viceversa. Un bufete de platos fríos, de pasteles, de producto y comida local, como por ejemplo el buffet de brasa, una orquesta armoniosa donde el tiempo parece detenerse. El salsichón es sabroso, con un punto ahumado que delataba la buena mano del equipo de cocina; el tocino, tierno y jugoso, se deshace en la boca; unos huevos fritos con yema generosa me miran desde el plato, y las secas, impregnadas con aceite de oliva virgen extra de la zona, completan un cuarteto digno de la mejor tradición catalana.

Restaurant El Sindicat de Tarrés / Foto: Esmorzardeforquilla.cat
El bufete de guisos es impecable / Foto: Esmorzardeforquilla.cat

Evidentemente, y como todo el mundo esperaba, no podía faltar el mundo del hervor con el bufete de guisos. En primer lugar, pruebo los callos, cocinados con paciencia y tiempo, tenían una textura melosa y un sabor profundo, de aquellos que solo se consiguen con cocción lenta y estima. Los pulpitos con salsa, tiernos y aromáticos, me sorprendieron gratamente: un toque marinero inesperado en el corazón de Les Garrigues.

Restaurant El Sindicat de Tarrés / Foto: Esmorzardeforquilla.cat
Una variedad de los mejores aceites de oliva virgen extra de la comarca / Foto: Esmorzardeforquilla.cat

Y, como tenía que ser, hay que dejar siempre un rincón para los postres de músico. Frutos secos y pasas, sencillos, pero cargados de memoria y sabor, que acompaño con un vino dulce local.

Restaurant El Sindicat de Tarrés / Foto: Esmorzardeforquilla.cat
Postres de músico / Foto: Esmorzardeforquilla.cat

Salir de El Sindicat de Tarrés es salir con la barriga llena y el corazón contento. Aquí el aceite de oliva virgen extra es oro líquido, y cada plato es un homenaje sincero a la cocina de proximidad. Más que un desayuno, una experiencia que te conecta con la esencia de la tierra. ¡Un espectáculo culinario de los guisos, de la cocina del hervor y de la buena manduca autóctona de Les Garrigues!