El Pirineo catalán está lleno de rincones fantásticos donde probar auténtica cocina catalana. Desde la Vall d'Aran, pasando por el Pallars, la Cerdanya o el Berguedà, las comarcas del norte del país son el lugar ideal para disfrutar de la mejor cocina casera. Hoy voy hasta el Ripollès para descubrir uno de estos rincones auténticos; un restaurante familiar rodeado de montañas que hace unos desayunos deliciosos.
El Ripollès es una comarca preciosa, con unos paisajes maravillosos y un producto local excelente. Con espacios tan emblemáticos como la Vall de Núria, el Ripollès es de parada obligatoria si visitas las comarcas de Girona. En un pequeño núcleo urbano del municipio de Toses, en Fornells de la Montanya, encontramos el restaurante Ca la Maria, un pequeño establecimiento familiar donde hacen auténtica cocina catalana.

El restaurante abrió puertas hace 14 años, pero la familia que lo regenta, con Josefina y su hija Maria al frente, hace casi 40 años que tienen un alojamiento rural en la comarca. El restaurante lo abrieron para dar servicio a la gente que venía para hacer turismo rural, pero también para la gente de fuera que quisiera quedarse a comer.
El plato estrella de la casa, entre otros, es la fabulosa cazuela de asado de pollo y conejo

En Ca la Maria, Manding, cocinero y pareja de Maria, elabora platos tradicionales de cocina catalana. El restaurante ofrece desayunos, comidas y cenas. Hoy pruebo algunos de los platos que ofrecen para desayunar. Como no podía ser de otra manera en un pueblo del Pirineo, empezamos con un surtido de embutidos artesanos: lomo, fuet, butifarra de payés, bull negro, bull blanco, pan de hígado... un auténtico espectáculo. Otro de los imprescindibles es la ternera con setas, un guiso suculento para mojar pan. El plato estrella de la casa, entre otros, es la fabulosa cazuela de asado de pollo y conejo.

En el Pirineo las cosas funcionan diferente que en la ciudad, por eso aquí no hablamos de platos, sino que directamente hablamos de cazuelas. Sigo con otro clásico de clásicos de la cocina catalana: la butifarra con alubias del ganchillo y alioli, un plato excepcional. Para acabar la comida, aunque sea un desayuno, no podían faltar los postres. Aquí tienen varias opciones caseras, todas ellas deliciosas. La más icónica de todas, sin embargo, es la crema catalana, los postres más míticos de nuestro recetario.

Ca la Maria es un restaurante fabuloso si quieres probar platos reconfortantes y de toda la vida. Con capacidad para una sesentena de comensales, es también un sitio fantástico para quedarse a dormir y visitar la comarca del Ripollès con calma.

También es lugar de paso, o de salida, para hacer excursiones por la zona, que cuenta con rutas maravillosas entre valles verdes del Pirineo.