Se acerca el invierno, y eso es sinónimo de fines de semana de brasa, romesco y calçots. Una verdura que tiene el corazón ganado a la mayoría de catalanes, especialmente a la buena gente de Valls, uno de los lugares de Catalunya donde hay más tradición de calçotades. Y es que la importancia de la manera como se comen los calçots es tal, que incluso el diccionario los define como "gajo de cebolla blanca que se suele cocer en el fuego". Una llama que a veces cuesta conseguir. Por eso hoy te traemos un truco casero e infalible para encender el fuego y conseguir una buena brasa para tus calçotades.

Como encender un fuego de forma fácil y rápida

Lo primero que necesitarás es tener un hueco en el calendario. Habla con los amigos, con la familia o con los compañeros de trabajo y busca un fin de semana para organizar una calçotada. Ten preparado el pan, el romesco, un poco de carne y un buen puñado de calçots. Todo eso es imprescindible para poder pasar a la siguiente fase: quedar como un maestro artificiero a la hora de encender el fuego. Solo necesitarás 3 cosas:

  • Un tarro de cristal
  • Aceite de cocina usado
  • Un par de tapones de corcho

En un recipiente de cristal, de al menos medio litro de capacidad, tendrás que verter aceite de cocina usado. Podrías utilizar aceite de cocina nuevo, pero estarías malgastando de mala manera un producto delicioso al cual antes conviene darle una vida en los fogones. Un aceite que, después de entre 3 y 4 usos, puedes guardar y utilizar en este truco. Dentro del aceite tendrás que sumergir un tapón de corcho. Si son 2, mejor. Y si el recipiente que utilices es un poco más grande y puedes poner más de dos, todavía mejor. Estos tapones de corcho tendrán que absorber todo el aceite que puedan. Cuanto más tiempo los tengas sumergidos, más aceite cogerán. Tampoco hace falta que los dejes un año, pero se trata de dejarlos un tiempo y no de mojarlos un poco antes de utilizarlos.

Cuanto más tiempo los tengas sumergidos, más aceite cogerán. Tampoco hace falta que los dejes un año, pero se trata de dejarlos un tiempo y no de mojarlos un poco antes de utilizarlos

Pasadas unas semanas (piensa en hacerlo con tiempo antes de la calçotada) tendrás que sacar uno o dos tapones y ponerlos bajo la leña que utilices para encender el fuego. Colocados en la base de la hoguera, los tapones servirán como combustible para alimentar el fuego que consumirá la leña. Una vez en su sitio, tendrás que encenderlos con una cerilla o un mechero. Puede ser que les cueste un poco coger fuego, pero sé paciente y espera que empiecen a quemar. Puede parecer una tontería decir que hace falta un mechero para hacer un fuego, cuando lo que estás haciendo es un truco infalible. ¿Qué hay más infalible que un mechero? Pues bien, la gracia de los tapones con aceite es que mantienen el fuego encendido durante mucho rato. Si no lo ves claro, intenta encender un folio con una cerilla. La hoja se encenderá al instante, pero se consumirá en menos de 10 segundos. Y para hacer calçots, seguramente te harán falta más de 10 segundos de fuego.