Las ostras son uno de los alimentos más populares en cuanto a las numerosas intoxicaciones que provocan. Dolor en estómago, náuseas, mareos o malestar general son los síntomas más comunes de las intoxicaciones alimentarias, que cabe decir que pueden ocurrir al comer cualquier alimento. Sin embargo, nos hemos querido detener en las ostras, un alimento que no deja indiferente a nadie, y con el que hay que tener siempre especial cuidado. Y es que cualquier marisco que se tome crudo siempre será más sensible que otros alimentos más procesados, no cabe duda.

Cómo detectar ostras en mal estado

Lo primero es hacer uso del sentido común. En este caso empieza por saber bien dónde comprar o consumir las ostras. Apuesta siempre por aquellos lugares donde conozcas el producto, el proveedor y las condiciones en las que se ha mantenido y transportado. En el tema del marisco tiene todavía más relevancia el saber qué restaurantes o tiendas son expertos en ostras y mariscos. Ellos serán los primeros en detectar cualquier anomalía en el estado.

Ostras
Ostras / Foto: Unsplash

También es importante saber la fecha en que se ha depurado la ostra tras su recolección. Eso nos indicará, si todo se ha hecho correctamente, el tiempo de duración en cámara, que puede ser de hasta una semana en el caso de las ostras. ¿Más consejos de sentido común? Otro aplicable a casi todo, pero que en el caso del marisco es especialmente delator: el olor. Una ostra en buen estado tiene que oler a mar, a sal, a roca, pero nunca oler mal. Así que ante la mínima sospecha en la nariz, mejor no jugársela. El olor de la ostra, además, resulta muy característico, con lo que cualquier cosa que se salga de lo normal la vamos a ser capaces de detectar más pronto que tarde.

Por otro lado, cabe señalar que no hay que comer moluscos que hayamos recolectado nosotros mismos, ni siquiera cocinados, lo que además en el caso de las ostras no suele ser lo habitual. Pero incluso si queremos preparar unas ostras en alguna receta caliente, hay que tener en cuenta que la contaminación del agua puede ser por compuestos que no se destruyan con el calor.

Ostras al limón
Ostras al limón / Foto: Unsplash

Características sanitarias correctas

Las ostras comparten con el resto de bivalvos un reglamento propio específico que obliga a que los ejemplares que lleguen al mercado tengan unas características sanitarias correctas y cumplan con determinados requisitos de higiene que minimicen las probabilidades de que sean portadores de microorganismos patógenos o toxinas.

Así que, en resumidas cuentas, factores propios del sentido común son los que más nos ayudarán a detectar ostras en mal estado: donde comprar o consumir el producto, su olor o su fecha de depuración son factores básicos para evitar malos ratos con este marisco tan preciado y tan característico.