Este fin de semana se ha celebrado en Igualada el primer concurso para escoger el mejor capipota de Catalunya. En el marco del festival Vadefoodies, la capital de la Anoia ha sido el escenario escogido para celebrar la primera edición de un concurso que rinde homenaje a una receta icónica de la cocina catalana y que para muchos es el plato insignia de los desayunos de tenedor. Un concurso en que, además, parte del jurado encargado de escoger al ganador lo formaban colaboradores de La Gourmeteria de ElNacional.cat.
El mejor capipota de Catalunya
El restaurante Sant Josep, de Bellver de Cerdanya, es el ganador del primer concurso de capipota de Catalunya. El Sant Josep se ha impuesto a las otras 18 propuestas presentadas al concurso y ha obtenido el reconocimiento de un jurado de lujo para llevarse los 500 € de premio. La cocinera y divulgadora gastronómica, Maria Nicolau, el alcalde de Igualada, Marc Castells, la periodista y colaboradora de La Gourmeteria, Rosa Molinero, y nuestro desayunador de tenedor de cabecera, Jonathan Nuevo, han sido los responsables de escoger el mejor capipota de Catalunya en una cata a ciegas. En la deliberación se han tenido en cuenta aspectos como el sabor, la textura, el punto de picante y el olor de los platos. El concurso también ha otorgado un segundo premio en el restaurante El Caprici, de Igualada, dotado con 200 €.

Un ejemplo de cómo convertir las partes menos nobles de un animal en un plato exquisito valorado y querido por todo el mundo
Durante el concurso también se ha presentado el libro 'Esmorzars de Forquilla', del periodista Albert Molins, y se ha hecho entrega, por primera vez, del porrón al Esmorzador de l'Any. Como no podía ser de otra manera, el porrón ha sido para Jonathan Nuevo, de esmorzarsdeforquilla.cat; un amante de la cocina catalana y nuestro corresponsal gastronómico en su querida tierra natal: Lleida.
Un plato icónico del recetario tradicional
El capipota es uno de los platos más representativos de la cocina catalana. La nuestra es una cocina diversa, sana y llena de productos autóctonos de primera calidad. También es una cocina popular, de asados y de guisos, como en el caso de este plato. El capipota se hace, tal como indica el mismo nombre, con la cabeza y la pata de la ternera. Es redundante hablar de cocina de aprovechamiento, porque de la comida se tiene que aprovechar siempre todo, pero este plato es la máxima expresión del aprovechamiento en la gastronomía.

Un ejemplo de cómo convertir las partes menos nobles de un animal en un plato exquisito valorado y querido por todo el mundo. Un guiso que, si se come al día siguiente de hacerlo, siempre queda mejor. Y un plato que, con concursos como este, se reafirma como caballo de batalla para plantar cara al auge de tradiciones anglosajonas como el 'brunch' en Catalunya.