Todos sabemos las muchas y espectaculares cosas que ofrecen algunas comarcas del Pirineo catalán, como el Valle de Arán. Sin embargo, no todo el mundo conoce su oferta gastronómica, y en ella hemos querido poner nuestra atención. Más concretamente, en un embutido tradicional de esa zona, al que llamamos andito. 

El andito es un embutido tradicional del Bajo Arán que era elaborado en invierno en las casas particulares para aprovechar al máximo todas las partes del cerdo. Desde mediados de siglo pasado, este embutido forma parte de la oferta de las charcuterías de la zona, a pesar de que no fue hasta mediados de 1990 que se recuperó y promocionó. La localidad de Bossòst celebra en los últimos años degustaciones populares de esta especialidad con una popular feria en la que entre otros productos, el andito se lleva gran parte del protagonismo.

Andito
Andito / Fuente: Unsplash

Desde mediados de siglo pasado, este embutido forma parte de la oferta de las charcuterías de la zona

Tienen forma cilíndrica, engarce, dividida en diferentes porciones con un calibre de aproximadamente 45 mm cada uno, presentan un color oscuro entre marrón y rojizo, y tienen un gusto intenso. Se trata de una variedad de morcilla ensartada y dividida en diferentes porciones que se elabora con jefe de cerdo, sangre, riñones, coro y pulmones, cebolla, ajo, pan, sal y pimienta. Una vez embutida, se deja secar unos días y se come calentado a la paella o a la brasa.

¿Qué le aporta el andito a mi organismo?

El andito es una elaboración rica en grasas saturadas y colesterol, puesto que está elaborada con los restos del cerdo. Presenta proteínas de alta calidad, esenciales para el organismo, y hierro, en forma hemo, más fácil de digerir y de absorber. El hecho que contenga vísceras hace que aporte un abanico de minerales y vitaminas muy abundantes y necesarias para crecer, como la vitamina B12, la A y la D.

¿Qué más puedo encontrar en el Valle de Arán a nivel gastronómico?

El Valle de Arán no es conocido solo por su maravillosa naturaleza, por sus pueblos con encanto o por la estación de esquí. El Valle destaca también por su oferta gastronómica y por su antigua tradición en la elaboración de alimentos de materia prima exquisita.

Mèu (Miel)

Los dos productores de miel artesanal de la Val d’Aran, elaborada a partir de la tradición apícola más natural, se encuentran en los pueblos de Garós y de Bausen. La “Mèu Eth Brinhon” de Garós es dulce y suave y es una mezcla de todas las flores del Valle.

Miel
Miel / Fuente: Unsplash

Sidra Aranesa    

La Val d’Aran es un entorno favorable para los árboles de manzanas, que crecen en diferentes variedades, sin necesitar ningún tipo de tratamiento químico. La sidra que se produce gracias a esos frutos es 100% natural, elaborada artesanalmente, fermentada sin aditivos ni filtración. 

Paté 

El paté es uno de los productos más conocidos del Valle de Arán. Encontrarás patés caseros en casi todos los restaurantes y especialmente en las neveras de muchas casas particulares. Sabores que nos permiten viajar años atrás, cuando en las casas se mataba el cerdo y se elaboraban los patés y los embutidos curados. Productos que permitían llenar la despensa y pasar el largo invierno cubierto de nieve.