Pocos platos representan con tanta fuerza la identidad culinaria catalana como los caracoles a la llauna. Esta receta tradicional, originaria de la región de Lleida y muy popular también en Tarragona, ha dado el salto a otras zonas de España gracias a su sabor auténtico, su preparación sencilla y su alto valor nutricional. Los caracoles a la llauna son ricos en potasio, bajos en calorías y una fuente natural de proteínas, lo que los convierte en una excelente opción para quienes buscan una alimentación saludable sin renunciar al sabor.

El plato típico catalán que triunfa en España

Con una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro, se cocinan al horno o a la brasa sobre una bandeja metálica, conocida como llauna, y se sirven acompañados de salsas tradicionales como el alioli o el romesco. Su preparación no solo forma parte de la cocina cotidiana, sino que también está estrechamente ligada a fiestas populares y encuentros familiares. Este plato, además, es un claro ejemplo de cómo la cocina rural puede triunfar en tiempos modernos, ofreciendo una experiencia gastronómica deliciosa, social y llena de historia.

El plato representativo de la tradición catalana / Foto: Unsplash
El plato representativo de la tradición catalana / Foto: Unsplash

Los ingredientes para conseguir el mejor resultado de esta receta catalana y su preparación paso a paso.

  • 1,5 kg de caracoles de tierra (purificados y limpios)
  • 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 3 dientes de ajo (picados o machacados)
  • 1 cucharada de perejil fresco picado
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra al gusto
  • 1/2 guindilla o pimentón picante (opcional)
  • 50 ml de vino blanco seco (opcional)
  • Alioli o salsa romesco (para acompañar)
Para potenciar el sabor, se le puede añadir más aliño / Foto: Unsplash
Para potenciar el sabor, se le puede añadir más aliño / Foto: Unsplash

Antes de cocinar, asegúrate de que los caracoles estén bien purgados. Si los compras vivos, mantenlos unos días en una caja ventilada con pan rallado o harina, y luego lávalos varias veces con agua fría y sal o vinagre. También puedes hervirlos brevemente en agua con sal. Una vez limpios, precalienta el horno a 200-220 °C (o prepara brasas si eliges cocinarlos a la brasa). Coloca los caracoles en una llauna con la abertura hacia arriba y sin amontonarlos. Mezcla en un recipiente el aceite con ajo, perejil, sal, pimienta, y opcionalmente vino blanco o guindilla. Vierte esta mezcla sobre los caracoles. Hornea durante 30-40 minutos, hasta que estén dorados.

Este plato está estrechamente ligado a las fiestas populares y encuentros familiares

Si los haces a la brasa, gira la bandeja de vez en cuando para lograr una cocción uniforme. Al sacarlos del fuego, puedes añadir un poco más de aliño para intensificar el sabor y lograr un acabado más jugoso. Para un toque extra de aroma, añade unas gotas de limón justo antes de servir. Sirve calientes con alioli o romesco, y disfrútalos con un buen pan. Este plato, sabroso y nutritivo, es ideal para compartir y celebrar la riqueza de la cocina catalana.