Uno de los frutos secos más beneficiosos para nuestra salud son los pistachos, unas pequeñas píldoras que cuidan el bienestar de nuestro cuerpo, incluyendo también los ojos. Como todo alimento, debemos consumir los pistachos con moderación, ya que tienen una gran carga calórica, y los profesionales de la nutrición nos sugieren ingerir no más de 30 gramos al día.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de frutos secos, como son los pistachos, al ser un alimento rico en nutrientes y rico en grasas insaturadas. El pistacho, como el aceite de oliva, son alimentos ricos en grasas monoinsaturadas  y poliinsaturadas, lo que contribuye a una mejor regulación del colesterol en sangre. 

Se considera un alimento que contiene proteína completa, ya que tiene cantidades adecuadas de los nueve aminoácidos esenciales (los cuales nuestro organismo no produce y han de ser incorporados en la dieta). Una porción de pistachos (unos 49) aporta tanto potasio como la mitad de un plátano o tanta fibra como 100 g de brócoli.

Uno de los frutos secos más beneficiosos para nuestra salud son los pistachos

Dehiscencia: la apertura natural

Cuando el fruto madura, la pulpa se seca y se abre, exponiendo la semilla a la intemperie. En los pistacheros silvestres es muy raro que la semilla también se abra, pero los humanos llevamos miles de años seleccionando los pistachos que más nos interesan, y uno de los rasgos que preferimos es que se abran de forma natural. Resultado de esos milenios de selección artificial, hemos conseguido pistachos cuyas semillas se abren de forma espontánea, con frecuencia variable, en un proceso que se denomina dehiscencia.

Apertura Pistacho
Apertura Pistacho / Fuente: Unsplash

Este proceso se produce por la deshidratación de la cáscara. Al llevar agua, está dilatada, y al secarse trata de recuperar su forma previa. Sin embargo, su propia estructura no lo permite y la cáscara termina rompiéndose por donde es más débil, de forma similar a como se rompe un vaso frío que llenas de repente con agua hirviendo. De hecho, es muy característico el sonido en “pop” cuando las cáscaras de los pistachos se abren en el árbol.

Pero no todos los pistachos se abren de forma natural en el árbol. Hay varios factores que influyen en el proceso, entre los que se encuentra la propia genética de la planta, el frío durante el invierno, y determinados aspectos relacionados con la polinización.

Pistachos
Pistachos / Fuente: Unsplash

Cosas que posiblemente no sabías sobre los pistachos

Es un alimento que se lleva consumiendo muchísimos años, algo que queda patente en que un grupo de arqueólogos descubrió restos de semillas de pistacho junto a herramientas para romper su cáscara en el yacimiento de Gesher Benot Ya’aqov, en Israel. Estos restos se remontan a hace 780.000 años, aunque como alimento común hay pruebas de que el pistacho se consumía en el 6.750 a.C.

El pistachero es el árbol más resistente a la sequía que hay, más resistente incluso que el almendro, aunque en este caso, su crecimiento y fructificación es más lento. Por otro lado, hay que destacar que son un importante aliado para la salud de nuestro corazón gracias a su alto contenido en carotenoides, una especie de antioxidantes.

Otra curiosidad que parece increíble es que pueden llegar a incendiarse. Los envíos de pistachos al por mayor así como su almacenamiento en importantes cantidades tienen una tendencia curiosa, el auto-calentamiento, lo que puede derivar en combustión espontánea debido al bajo contenido en agua con el que cuentan y a la importante cantidad de grasa que tienen los pistachos si se llegan a almacenar con determinados materiales fibrosos.