Si alguna vez has tenido en tus manos una botella de Angostura Bitters, seguramente te habrás preguntado por qué la etiqueta es tan grande y sobresale de forma tan llamativa por la parte superior y trasera de la botella. No se trata de un descuido ni de un error tipográfico; es, en realidad, una de las decisiones más curiosas y reconocibles en el mundo del packaging de bebidas. Lo más sorprendente es que, según cuenta el creador de contenido @lo_catamos en su cuenta de Instagram, todo empezó como un simple malentendido. La historia detrás de esta etiqueta desproporcionada ha pasado a formar parte de la leyenda de la marca, convirtiéndose en un rasgo de identidad tan peculiar como entrañable.
¿Por qué la etiqueta de Angostura Bitters es tan grande?
Según explica @lo_catamos, cuando se diseñaron las primeras botellas de esta bebida icónica, que inicialmente se utilizaba como remedio medicinal y más tarde se hizo indispensable en la coctelería clásica, ocurrió un error de comunicación entre dos personas clave del proceso. Por un lado, quien se encargó de tomar las medidas de la botella, y por otro, quien encargó la impresión del papel para la etiqueta. El resultado fue una etiqueta claramente más grande de lo necesario. Ante este contratiempo, lejos de corregir el tamaño, los responsables de la marca decidieron seguir adelante y pegarla tal cual. Ni cortos ni perezosos, como dice el propio @lo_catamos, convirtieron ese aparente fallo en un detalle distintivo.
A lo largo del tiempo, lo que nació como un error se consolidó como un icono. De hecho, la etiqueta desproporcionada se ha mantenido en todas las versiones que la marca ha lanzado posteriormente, incluso en ediciones especiales y botellas conmemorativas. Hoy, es difícil imaginar una botella de Angostura sin ese peculiar papel sobresaliendo por los bordes. Esta característica no solo ha resistido el paso de los años, sino que también ha reforzado el branding de la marca, que es fácilmente reconocible a simple vista en estanterías de bares y licorerías de todo el mundo.

Lo que un día fue un error se ha convertido en un reclamo publicitario
La historia demuestra cómo un descuido puede transformarse en una brillante estrategia de marketing sin siquiera proponérselo. Al final, la etiqueta demasiado grande de Angostura no solo cuenta una historia simpática, sino que también funciona como un elemento visual potente, inesperado y diferenciador. En un mercado tan competitivo como el de las bebidas espirituosas, estos detalles marcan la diferencia. Así, lo que pudo haber sido un tropiezo se convirtió en un acierto que ha trascendido generaciones y ha quedado grabado en la cultura coctelera internacional.