Después de cuatro jornadas intensas, la feria Alimentaria & Hostelco ha cerrado una excelente edición este jueves con las últimas conferencias y unos premios suculentos a repartir: el Mejor Camarero del Estado y el Mejor Cocinero del Año 2024. Con respecto a este segundo concurso, ha resultado ser Toño Rodríguez, chef del restaurante La Era de los Nogales de Sardás (Huesca), el mejor cocinero de todo el Estado. El segundo clasificado ha sido Mario Montero, del Restaurante UltimAtun de Jerez de la Frontera (Cádiz) y el tercer Aitor López del restaurante Citrus del Tancat en Alcanar (Tarragona).

El cocinero de los Países Catalanes Aitor López, bronce

El chef de Játiva, Aitor López se ha colgado este jueves la medalla de bronce al prestigioso concurso de ámbito nacional Cocinero del Año 2024, la final del cual se ha disputado en el marco del gran acontecimiento gastronómico Alimentaria & Hostelco. El cocinero, que trabaja en los fogones del restaurante Citrus del Tancat de Alcanar (Tarragona), se había conseguido colar entre los seis finalistas después de superar las pruebas de un certamen que empezó con 140 participantes inscritos de toda España. López se plantó este jueves en la última ronda del concurso en muletas después de sufrir una lesión y preparó tres platos completamente diferentes el uno del otro, siguiendo el espíritu que guía la apuesta gastronómica de Citrus Tancat.

Chef Aitor López
Chef Aitor López / Foto: Marta Garreta

Los aspirantes al título fueron evaluados por un jurado de renombre formado por los chefs Raúl Resino, Joaquín Baeza Rufete, Álvaro Salazar, José Carlos Fuentes, Cristóbal Muñoz, Julia Pérez, José Carlos Capel, Sergio Torres, Oriol Castro, Susi Díaz, Jordi Butrón y Paolo Casagrande. El veredicto final valoró la calidad de los platos confeccionados por Aitor López, catapultado en el tercer lugar del concurso.

Visitamos el Citrus del Tancat

Anticipándose a las grandes estrellas del país, La Gourmeteria de ElNacional.cat visitó el pasado mes de diciembre el restaurante de Aitor López. Una reseña sublime resaltando los 3 menús degustación con que cuenta el establecimiento.

El Tancat de Codorinu aporta muchos atractivos para el visitante: alojarse en la habitación donde el monarca pasaba largas temporadas, un paseo entre los naranjos con los rayos de sol filtrándose entre las hojas, ver caer el atardecer... Pero, sin ningún tipo de duda, la principal atracción ya es disfrutar de la gastronomía de Citrus. La cocina que ha desarrollado Aitor López dignifica el territorio, lo eleva y lo describe con sutileza y elegancia en cualquiera de los 3 menús degustación que actualmente se ofrecen en el restaurante.

Despatarró, cebolla asada y anisados del restaurante Citrus / Foto: Marta Garreta
Despatarró, cebolla asada y anisados del restaurante Citrus / Foto: Marta Garreta

El más largo, Sòl de Riu, consta de 3 grupos de aperitivos, 7 principales y dos postres, por 79 €. La cocina, para López, tiene que ser un vehículo de expresión de autenticidad. Y en este menú pide al comensal que lo acompañe a conocer los productos y la tradición a través de sus ojos. Un discurso gastronómico que mezcla poesía y técnica con elegancia en cada plato, sin perder de vista la definición de un territorio que este hijo de Játiva conoce como la palma de su mano.

Limón rellenado de tártaro de gamba roja, madurada|sazonada con su coral / Foto: Marta Garreta
Limón relleno de tartar de gamba roja, madurada con su coral / Foto: Marta Garreta

En los Aperitius del Mediterrani, el comensal se encuentra con producto (tomates, anchoas, hierbas aromáticas) y una receta de origen (la coca de pimiento y tomate con ventresca cuidada en coladura). En los Aperitius del Tancat, los cítricos (del cerrado), combinados con gamba, se muestran con total esplendor en un limón relleno de tartar de gamba roja, madurada con su coral y limón negro. Y finaliza esta visión del territorio mostrando en los Snacks del Delta las maravillas que esta zona provee, como las tellinas (cocinadas con un delicado salpicón), el mejillón del Musclarium (aliñado con un curri francés) o la almeja del fondo (con matices cítricos).