Los bocadillos son el símbolo por excelencia de la comida informal, ese salvavidas que nos rescata de cualquier apuro culinario, ya sea un almuerzo rápido en la oficina, una merienda improvisada en el parque o una cena sin complicaciones tras un día ajetreado. Su versatilidad infinita lo convierte en un lienzo en blanco para la imaginación: panes de miga esponjosa, barras de centeno, chapatas alveoladas, focaccias perfumadas o brioche delicados. Cada elección de pan invita a un relleno distinto y, juntos, desencadenan experiencias tan variadas como un bocadillo de tortilla de patatas, uno de lomo con pimientos o una combinación de aguacate, tomate y queso fresco. Esa fusión entre la textura del pan y el contraste del relleno es la magia que engancha a niños y mayores por igual.
Bocadillo de pinchos con alioli: una receta fantástica
La historia del bocadillo es extensa y cada región ha dejado su huella en el recetario. En Catalunya arrasa el pa amb tomàquet con jamón ibérico. En Madrid, el bocata de calamares (mejor si es en la Plaza Mayor) es un clásico y en Andalucía triunfa el relleno de pringá, por ejemplo. En el último año, la “street food” ha impulsado bocadillos gourmet: bao de tempura con alioli de ajo negro, chapata de pollo tikka masala, o incluso montaditos de pulled pork con coleslaw. También florecen las versiones vegetarianas y veganas, con hummus, setas crujientes y cremas de frutos secos.
Cuando ya pensaba que en el mundo de los bocadillos estaba todo inventado, me crucé con esta receta y ahora no puedo pensar en otra cosa. Es un poco más laborioso que el clásico de jamón con tomate o york y queso. Además, seguro que te manchas porque es un poco pringoso, pero es una auténtica delicia. Apunta la receta del creador de contenido @ismaelcocinillas porque, de todos sus bocadillos, este es uno de los más especiales. Necesitas:
- Carne de cerdo (también vale pollo)
- Especias para pinchitos morunos
- Aceite de oliva
- Dos dientes de ajo
- Un huevo
- Un pan estilo rústico
- Un tomate
Empieza adobando la carne cortada en tacos pequeños. Mezcla bien con el preparado de especias y un poco de aceite de oliva. Mientras la carne coge todo el sabor (mejor si la dejas toda la noche para que además esté más blanda) prepara el alioli. Es fácil. Igual que preparas una mayonesa, pero añadiendo dos dientes de ajo. Sofríe bien la carne en una sartén. Prepara el pan restregando el tomate. Después, extiende una generosa capa de alioli y, por último, reparte la carne. Cierra el bocata y no esperes mucho darle el primer bocado. Lo de prepararlo para llevar lo veo imposible. Yo no me he podido resistir y me como medio antes de guardarlo…
El secreto de este bocadillo único
El éxito de cualquier bocadillo empieza por elegir el pan adecuado: no vale cualquiera. Cuando el relleno es contundente (como lomo adobado, aliolis cremosos y encurtidos jugosos) necesitas una miga resistente y una corteza firme que absorba los jugos sin empaparse en exceso. Un pan rústico, de corteza crujiente y alveolado irregular es la mejor opción, ya que mantiene su estructura al morder, contrasta texturas con el relleno y conserva el calor del ingrediente principal. Además, su sabor ligeramente tostado o afrutado realza el conjunto y convierte cada bocado en una experiencia redonda.