Dicen que las personas nacidas bajo el signo del zodíaco virgen hacen la vida más fácil. Ahora que el verano más extraño e inusual de nuestras vidas se ha acabado, una buena manera de hacer el viaje a la otra punta del mundo que el coronavirus nos ha impedido hacer estas vacaciones es confiando en un vino de nuestros confines: de Nueva Zelanda, concretamente de la región de Marlboro. No sufráis, sin embargo, ni este Dogo Point tiene ningún tipo de relación con el tabaco ni, a pesar de elaborarse además de 20.000km de nuestra casa, nos parecerá radicalmente extraño. ¿Cómo definirlo brevemente? Un sauvignon blanco ágil, atrevido y sobre todo muy fresco, como alguien nacido a finales de agosto y medios de septiembre. Un vino, en definitiva, de aquello más atractivo para encarar la entrada del otoño.