Tal día como hoy del año 1641, hace 379 años, en Barcelona moría Pau Claris i Casademunt, en aquel momento presidente de la Generalitat y que, entre el 17 y el 23 de enero del mismo año, había sido presidente de la Primera República catalana. Pau Claris enfermó siete días antes de morir (20 de febrero de 1641), coincidiendo con la llegada a Barcelona de Philippe de la Mothe-Houdancourt, que Luis XIII de Francia había nombrado capitán general de los ejércitos catalano-franceses. La Mothe llegó para sustituir a Bernard du Plessis-Besançon, sobrino del cardenal Richelieu (ministro plenipotenciario de la monarquía francesa) y firmante del Tratado de Ceret (1640), que preveía constituir Catalunya en una república libre bajo la protección de Francia.

Según el Dietario de la Generalitat, “en aquest die, a tres quarts tocats per las onsa de la nit, donà la ànima a Déu, qui la havia criada, aquell gran restaurador de la nostra pàtria y mare Cathalunya, lo molt il·lustre senyor lo doctor Pau Claris, canonge de la Santa Iglésia de Urgell, deputat ecclesiàstich (President de la Generalitat). Causà esta mort tanta aflicció y desconsolació a tota la província, y en particular a la present ciutat, que des del major al menor ho sentiren tant que no·y hagué ningú que no llensàs làgrimas per haver perdut lo pare protector y defensor y libertador de sa pàtria, com extensament ho diran las històrias en lo sdevenidor (...)  prengan ànimo los catalans (...) y que a exemple llur no li falten semblants fills en lo sdevenidor”.

El mismo dietario del 22 de febrero 1641 (cinco días antes de la muerte) anotaba: “En aquest die, entre onse y dotse de la nit, portaren lo Santíssim Sagrament al senyor deputat ecclesiàstich, al qual li havia sobrevingut un accident. Y també li donaren lo sagrament de las unsions. Causà esta novedat gran tristor a tota la ciutat, per donar-li lo nom de pare y restaurador de la pàtria”. Según las notas que escribieron el barón de Espenan (el espía de Richelieu en Barcelona) y Francesc de Tamarit (el diputado militar), los síntomas "del accidente" eran los mismos que producía un envenenamiento. Y según el catedrático de Historia Moderna Antoni Simón i Tarrés (de la UAB), el president Claris fue envenenado con acqua di Nápoli, un potente veneno hecho con arsénico y hierbas.