Tal día como hoy del año 1875, hace 150 años, y en el contexto de la III Guerra Carlista (1872-1876), las tropas del ejército liberal español, comandadas por el general Martínez-Campos, ocupaban la Seu d'Urgell, la última plaza carlista de Catalunya y la última sede de la Generalitat restaurada por el mando carlista el 1 de octubre de 1874. Aquella operación tuvo un gran impacto, porque el tercer conflicto carlista solo se había librado en campos de batalla de Catalunya y del País Vasco, y con la caída de la Seu d'Urgell, los carlistas perdían la plaza más importante que les quedaba en aquel momento. En Catalunya la guerra concluyó solo tres meses más tarde (19 de noviembre de 1875).
Los carlistas catalanes y vascos eran foralistas, y además de luchar por reinstaurar un régimen político tradicionalista (una monarquía autoritaria, un gobierno aristocrático y la expulsión de los burgueses del poder) también combatían por la recuperación del régimen foral liquidado a sangre y fuego después de la ocupación borbónica de 1714. Los carlistas catalanes defendían la restauración de la Generalitat —la institución de gobierno— y la de los Tres Comuns —la representación de los estamentos tradicionales, equivalentes al Parlament moderno. Su extraordinario grado de compromiso con la causa carlista, sería decisivo para que, en abril de 1874, el pretendiente Carlos de Borbón i Austria-Este (Carlos VII en la nomenclatura carlista) promulgara la restauración de la Generalitat.
Entre octubre de 1874 y enero de 1875 la Generalitat restaurada por el mando carlista catalán tuvo poder efectivo sobre la mitad norte del territorio del Principat (la parte que controlaban militarmente). Entre octubre y diciembre de 1874, estuvo presidida por el general carlista Rafael Tristany i Parera (Ardevol, Solsonès, 1814 – Lorda, Occitania, 1899) I entre diciembre de 1874 y agosto de 1875, fue presidida por el general carlista Francesc Savalls i Massot (La Pera, Baix Empordà, 1817 – Niza, 1885), aunque en la última fase de vigencia de la institución (marzo-agosto, 1875) y a causa de la evolución del conflicto, funcionó sobre un territorio muy limitado (el Pirineo central y occidental) y con una capacidad de gobierno mínima.
Entre octubre y diciembre de 1874 la Generalitat estuvo situada en Olot. En la capital de la Garrotxa, que entonces era también la capital del mando carlista en Catalunya, el general Tristany juró el cargo como 122.º president, aunque nunca le ha sido reconocido este ordinal. Posteriormente, entre enero y marzo de 1875, coincidiendo con la primera parte del mandato del general Savalls (a quien correspondería el 123.º en el ordinal de president), Olot estuvo permanentemente amenazada por las tropas liberales, y la sede de la Generalitat fue trasladada a Sant Joan de les Abadesses. Y, finalmente, entre abril y agosto de 1875, y con la gestión sobre un territorio muy limitado y con unos recursos precarios, estuvo situada en la Seu d'Urgell.