El valle del Freser, en el Ripollès, guarda algunos de los rincones más mágicos del Pirineo. Entre ellos, el Salt del Grill, una cascada espectacular que se ha convertido en una atracción dentro de una de las rutas más populares para quienes buscan una excursión llena de encanto.

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Ruta pasando por el Salt del Grill

La caminata arranca en La Farga, a unos 1.160 metros de altitud. Desde allí se remonta el río Freser por la pista forestal en dirección a la central de Daió de Baix, donde un puente de madera permite cruzar a la otra orilla. El sendero, más estrecho, gana pendiente poco a poco entre árboles frondosos, con vistas al valle y a las montañas.

A los cuarenta minutos llegamos al Salt del Grill, que con sus treinta metros de caída sorprende incluso en épocas de poco caudal. La poza al pie de la cascada invita a hacer una parada antes de afrontar el tramo más exigente: una subida corta, pero intensa que nos lleva hasta los 1.400 metros de altitud. Desde aquí, la ruta se abre a prados soleados y vistas amplias del entorno. Este salto de agua es uno de los puntos más famosos de la zona de los Pirineos por su belleza y su forma tan original. 

El regreso se hace por el camino opuesto, cruzando de nuevo el río por un puente señalizado. La vuelta transcurre por una pista más cómoda y ancha, con suaves desniveles y pequeños torrentes que descienden con fuerza en primavera o tras las lluvias. Finalmente, el sendero enlaza con la carretera que lleva a Serrat y en pocos minutos volvemos al punto de inicio. 

Datos prácticos

  • Distancia: 5 a 8 km, según variantes.

  • Desnivel acumulado: 330-350 m.

  • Altitud máxima: 1.400-1.415 m.

  • Duración: entre 3 y 3h30 min.

  • Dificultad: fácil-media, accesible para familias habituadas a caminar.

  • Señalización: buena, con marcas amarillas y postes en los cruces principales.

Consejos útiles

  • Primavera y otoño son las mejores estaciones: la cascada baja con más agua y la temperatura acompaña.

  • En verano la ruta también se puede hacer, pero conviene madrugar y llevar gorra, protección solar y bastante agua.

  • Tras lluvias recientes, algunos tramos pueden ser resbaladizos, así que mejor usar un calzado con buen agarre.

  • El aparcamiento en La Farga es limitado y se llena rápido los fines de semana.

El Salt del Grill no es la excursión más famosa de Catalunya, aunque los habitantes de la zona siempre la recomiendan, es por eso que en días señalados podéis encontrar más gente de lo habitual. En apenas tres horas de recorrido circular se combinan bosques, ríos, prados y vistas de montaña. Una salida perfecta para iniciar a los más pequeños en el senderismo o para quienes buscan una ruta corta y cercana a Queralbs sin renunciar a la belleza del Pirineo.