Pere Aragonès ha decidido renunciar al sueldo de expresidente para pasar a trabajar en la empresa familiar, dedicada al sector hotelero en el Maresme. Así pues, el expresidente de la Generalitat hace el salto al sector privado para hacerse cargo de la compañía que hasta ahora capitaneaba su padre. "Desde hoy renuncio al sueldo que la ley prevé para los expresidentes durante los cuatro primeros años una vez acabado el mandato", explica Aragonés en una carta de dos páginas que ha compartido en su perfil de X, antiguo Twitter. Este sueldo le correspondería hasta 2028, puesto que su sustituto al frente de la Generalitat, Salvador Illa, accedió al cargo en agosto de 2024. Aragonés, matiza que ha tomado la decisión ahora, un año después de que acabara su mandato, porque ha dedicado "el primer año a ordenar el legado del gobierno republicano y a ordenar los proyectos y prioridades para continuar haciendo servicio a la ciudadanía". 

Aragonés justifica su decisión apuntando que "de la política institucional se tiene que poder y querer salir" y subrayando que hay que "saber cerrar las etapas para continuar siendo útil". Es por todo esto que defiende no "aferrarse al cargo", ni "convertirlo meramente en un medio de subsistencia, ni tampoco acabar reducido a una figura de vitrina".

El expresidente Pere Aragonès asumirá la dirección de la empresa hotelera familiar fundada por su padre, de 72 años. Hasta ahora no había tenido ninguna implicación profesional, pero a partir de ahora ejercerá funciones de gestión, especialmente en los ámbitos financiero y tecnológico.

Retorno a la universidad

Paralelamente, seguirá dedicando tiempo en busca de su tesis doctoral en la Universitat de Barcelona (UB) y a la docencia como profesor asociado de la UVIC-UCC, donde imparte historia económica. Su objetivo es compatibilizar las responsabilidades en la empresa familiar con las tareas institucionales propias de la expresidencia, agenda que mantendrá activa. En este marco, participará a principios de octubre en la Jornada del catalanisme del segle XXI, junto con los expresidentes Ximo Puig y Uxue Barkos, organizada por Acció Catalana.

En un comunicado difundido en las redes, Aragonès ha remarcado que pone fin a una etapa de dedicación exclusiva a la política: "Hoy se cierra una etapa y, al mismo tiempo, no cambia nada de lo que es esencial: mi compromiso con Catalunya es el mismo".

Según la Ley 6/2003 que regula el estatuto de los expresidents de la Generalitat, estos tienen derecho a percibir durante un tiempo limitado una asignación mensual equivalente al 80% del sueldo presidencial, y a partir de los 65 años, a una pensión vitalicia del 60%. Hay que recordar que Aragonès fue el primer presidente que se rebajó el sueldo en un 15% después de ser investido en el 2021.

Su situación contrasta con la de otros expresidentes: Josep Tarradellas, Jordi Pujol y Pasqual Maragall dejaron el cargo ya con más de 65 años; José Montilla fue senador después de la presidencia y ahora es consejero de Enagás; Artur Mas y Quim Torra se marcharon a los 60 y 58 años, respectivamente; y Carles Puigdemont, que dejó el cargo con 54 años, continuó su trayectoria política como eurodiputado y líder de Junts.