Este fin de semana se reanuda en una decena de estadios el campeonato de Liga de primera división. F.C. Barcelona, Girona y Espanyol, con objetivos marcadamente diferentes, repiten en las tres plazas que ocupan equipos catalanes: los blaugranas tienen el reto de conquistar su sexta Champions, un trofeo que no logran desde el año 2015, con el asturiano Luis Enrique en el banquillo. El mismo que hoy hace las delicias del Paris St. Germain, que a los cuatro títulos logrados este año antes del verano, sumó esta misma semana un quinto al ganar al Tottenham de Londres la final de la Supercopa de Europa. El Girona (que ha empezado mal, perdiendo con el Rayo Vallecano) y el Espanyol, con metas más modestas, persiguen tener una temporada tranquila y mantener la categoría.

El Barça afronta la temporada con una cierta tranquilidad, después de haber reforzado la plantilla en dos posiciones importantes, sobre todo la portería con el deportista de Sallent, Joan Garcia, que ha optado por el club blaugrana después de decidir abandonar el Espanyol y descartar equipos de la premier británica que le perseguían. También se ha incorporado el extremo inglés Marcus Rashford, capaz de jugar en diversas posiciones de ataque. Pero lo más importante es que el F.C. Barcelona ha consolidado el bloque exitoso de la temporada pasada y ha sorteado cualquier posible pérdida de la plantilla ante las necesidades económicas que el club aún arrastra.

No será ni mucho menos fácil la temporada 2025-26, ya que es de sobras conocido que cuesta más mantenerse que llegar. El año pasado todo salió más o menos redondo, excepto la injusta eliminación de semifinales de la Champions frente al Inter, que después sucumbiría estrepitosamente (5-0) en la final frente al PSG en el Allianz Arena de Múnich. El equipo se comportó como un bloque compacto, incluso más, como una familia. Los veteranos ayudaron a los jóvenes, el liderazgo del entrenador, Hansi Flick, no estuvo en discusión en toda la temporada y el eterno rival, el Real Madrid, hizo una temporada lamentable, con sus estrellas muy por debajo de sus expectativas y una descompensación importante en la plantilla, en el centro del campo, en la organización del juego.

Veremos si el hambre de títulos desplaza las fricciones entre jugadores y el objetivo Champions ayuda a ello

Flick, por lo que se observa, es consciente de todas estas dificultades y deberá usar, como este último año, la mano izquierda con una plantilla que no se lo pondrá tan fácil. Veremos si el hambre de títulos desplaza las fricciones entre jugadores y el objetivo Champions ayuda a ello. La plantilla y el equipo también deberán adaptarse a una nueva situación, como es el hecho de que el equipo disponga este año de un liderazgo indiscutible con el jugador de 18 años Lamine Yamal. Desde la marcha de Leo Messi, ese trono de líder había estado ausente y eran varios los jugadores que lo iban teniendo. Ahora se vuelve a las épocas de Messi, Maradona, Ronaldinho, Rivaldo y Romário, jugadores que también llevaron el dorsal 10 y que eran la referencia principal del equipo.

A todo ello habrá que sumar el retorno al Spotify Camp Nou, que se producirá escalonadamente a partir de septiembre. La vuelta a casa supondrá, sin duda, un nuevo paradigma y una ayuda extra al equipo que durante dos temporadas ha jugado de prestado en el Estadi Olímpic de Montjuïc. Y, finalmente, será un año electoral, ya que las elecciones se disputaron el 7 de marzo de 2021 y se han de celebrar cada cinco años. Según los estatutos, el mandato de la junta comienza el 1 de julio y acaba el 30 de junio. Por tanto, el primer mandato de la segunda etapa de Laporta acabaría el 30 de junio de 2026.