Yamaha y Honda son las últimas en desidia. Por el momento, no son aquellos equipos que una vez reinaron e impusieron su hegemonía con grandes pilotos en sus filas. Son muchos los grandes protagonistas que han pasado por alguna de las dos firmas, e incluso por las dos, pero si pensamos en las marcas japonesas a todos se nos viene a la mente Valentino Rossi y Marc Márquez. Ahora, corren nuevos tiempos, para los de Iwata y para los del ala dorada, pues se están sumidos en una crisis de la que por el momento no han sabido salir.
Fruto de ello, sus pilotos han salido (Marc Márquez de Honda) o quieren salir (Fabio Quartararo de Yamaha). Las concesiones, introducidas por Dorna esta misma temporada para tratar de cerrar la brecha que hay, sobre todo, entre los nipones y el dominio de Ducati, deberían suponer un impulso que, por el momento, no se ha hecho efectivo. Si bien es cierto que este tipo de ayudas deberían dar muestras de su rendimiento a mediados de temporada, a día de hoy, tanto Yamaha como Honda siguen muy lejos de los de Borgo Panigale.
Yamaha y Aprilia esperan a que funcionen las concesiones...
Mientras tratan de desarrollar sus motos para volver a ser las que eran, y esperan a que funcionen las concesiones, ambas marcas ya trazan sus respectivos planes a seguir para continuar dando pasos hacia adelante. La salida de Márquez, cantada, por otro lado, cayó como un jarro de agua fría, y la continuidad de Joan Mir y el fichaje de Luca Marini tampoco han cambiado las cosas, principalmente porque en Honda no han avanzado, o lo han hecho mucho más lentos que el resto de sus rivales.
En Yamaha, tres cuartos de lo mismo. Fabio Quartararo, campeón del mundo en 2021 con los de Iwata, se ha hartado de las promesas incumplidas, y todo apunta a que partirá rumbo a Aprilia. En ese sentido, y conscientes de una posible desbandada, las dos marcas japonesas tienen en el punto de mira a una de las grandes revelaciones del Mundial de MotoGP. Necesitadas de un nuevo líder que vuelva a insuflar de moral al equipo y a la afición, Yamaha y Honda tienen un objetivo común, reclutar al nuevo Valentino Rossi.
... mientras buscan al nuevo Valentino
Y ese piloto no es otro que Pedro Acosta. Con 19 años, y en su segundo Gran Premio en la categoría reina, el murciano consiguió su primer podio con los 'mayores'. Fue en Portimao donde aprovechó las caídas de Bagnaia, Márquez o Viñales, además de superar a sus compañeros de factoría, KTM, para lograr un meritorio tercer puesto. El descaro y desparpajo del tiburón de Mazarrón ha despertado la atención de Yamaha y Honda, conscientes que con su carisma y su gran pilotaje podría convertirse en un emblema de la marca.
Sin embargo, parece complicado que KTM deje a escapar a la gran perla de la parrilla. Por el momento, sigue en el equipo satélite de los austriacos, el GasGas, pero con la misma moto que los pilotos oficiales. No obstante, viendo el rendimiento de Acosta sobre su montura, no sería de extrañar que en 2025 diese el salto a la fábrica oficial, dejando a Yamaha y Honda sin opciones de reclutarlo.