El Real Madrid vive una tensión creciente. Un ambiente pesado. Una presión que ahoga a todos. Y en medio de todo está Xabi Alonso, atrapado entre su plan y las órdenes que llegan desde arriba. El técnico quiere tomar decisiones. Quiere actuar. Pero no puede. Hay tres jugadores que son intangibles. Tres futbolistas que no pueden tocarse: Jude Bellingham, Fede Valverde y Vinícius Jr.
Los tres son claves. Pero los tres también forman parte del grupo que no comulga con los métodos del técnico. No les gusta su rutina. No les gusta su idea. No les gusta su forma de trabajar. Aun así, deben jugar siempre. Deben ser titulares. Y las órdenes vienen desde arriba.
Jude Bellingham, Fede Valverde y Vinícius Jr, titulares por decreto
El caso de Bellingham es el más llamativo. Ha sido uno de los más señalados en las últimas semanas. Parecía recuperar su nivel. Parecía volver a brillar. Parecía reencontrarse. Pero no ha sido así. Contra el Olympiakos empezó en el banquillo. Entró en la segunda parte. Y su ingreso coincidió con los peores minutos del equipo. No mejoró a Arda Güler. No generó peligro. No aportó defensa. Y, para muchos, no fue casualidad que encajaran dos goles poco después de su entrada.
Ante el Girona, su actuación fue aún más preocupante. Un jugador irreconocible. Sin magia. Sin energía. Sin compromiso defensivo. La afición lo criticó. Muchos exigieron que Xabi lo sentara. Pero el entrenador no puede hacerlo. Tiene prohibido hacerlo. Y la razón es simple: evitar más conflictos.
Los intereses del club por encima de los éxitos deportivos
Desde la Cadena SER filtraron lo que Florentino Pérez no quería que saliera. Un secreto incómodo. Xabi Alonso no puede sustituir a Bellingham porque su entorno, sobre todo su padre y agente, presiona sin descanso. Llama al presidente. Se queja. Exige. Y la relación ya es complicada.
Algo similar ocurre con Vinícius y Valverde. Ambos tienen protección máxima. Ambos están blindados. Florentino ha intervenido personalmente cuando Xabi los ha dejado fuera. Especialmente con Vinícius. A Florentino tampoco le gustan ciertas actitudes. Pero está obsesionado con tenerlo contento para que firme su renovación con el Real Madrid. El brasileño tiene un acuerdo hasta 2027 y el presidente no quiere jugadores en el equipo con solo un año de contrato por delante. Y le interesa renovarlo antes del próximo verano. No quiere correr el riesgo de que pueda irse gratis.
Valverde también está en esa lista. Uno de los jugadores más queridos por la directiva. Un futbolista símbolo. Pero frustrado cuando le hacían jugar de lateral. Protestó públicamente. "No he nacido para jugar de lateral", señaló en una rueda de prensa. Aun así, a pesar de sentirse más importante que el resto, también es intocable.