Max Verstappen está intratable. En Bélgica ya demostró que es una auténtica bestia. En la calificación del GP de los Países Bajos ha vuelto a salir a la palestra que no tiene rival. Pole mucho más ajustada, pero 21 milésimas y 92 lo han situado de nuevo en la primera plaza de cara a la carrera del domingo. Saldrá por delante de los Ferrari de Charles Leclerc, segundo, y de Carlos Sainz, tercero, que a pesar de intentarlo, no han podido con el este fin de semana anfitrión.

Un día más en la oficina para Max Verstappen

Esta vez en casa, sintiendo desde bien cerca el calor de los suyos. Zandvoort ha vuelto a ser una demostración que este Mundial será para Max Verstappen salvo hecatombe. Avanza a la velocidad de la luz hacia el título y este fin de semana puede ser otro trámite para él. En Spa ya estuvo intratable y, aunque esta pole se ha producido de una manera mucho menos holgada, lo ha hecho demostrando que los intentos de Ferrari son insuficientes para detener a Mad Max.

De hecho, el neerlandés se ha tomado el lujo de hacer la integridad de la Q2 con gomas antiguas y sus tiempos ya se destacaban en los 1'10''927. Para poner en evidencia la diferencia de ritmo, hay que decir que Carlos Sainz también ha rodado con neumáticos antiguos durante esta ronda, pero lo ha hecho a más de seis décimas del vigente campeón.

Llueve sobre mojado para Fernando Alonso

Fernando Alonso suma una nueva mancha en su lista negra de registros. No es la primera ocasión que el piloto asturiano no puede optar a luchar por las posiciones que se atribuyen a su alcance en una calificación. Ya pasó el pasado 10 de julio en la Sprint de Austria, pero entonces, fue un problema eléctrico el qué impidió que su Alpine ni siquiera arrancase. Esta vez, ha sido el tráfico el factor adverso que no le ha permitido escalar más que hasta la decimotercera posición: "Tenía tráfico del Red Bull en la curva 8. No sé qué estaba haciendo", se quejaba el de Oviedo por radio.

El Red Bull que lo ha molestado fuera de vuelta lo ha hecho perder la buena trazada y entrar largo en la octava curva, propiciando la molestia del bicampeón del mundo. Y con razón. Alonso no ha podido mejorar su tiempo anterior con una pista en mucho mejores condiciones gracias a la mejora de las condiciones meteorológicas. Tenía potencial de sobra para acceder a la Q3, pero tendrá que empezar la carrera de este domingo por detrás de su compañero de equipo Esteban Ocon, que ha sido el duodécimo.

La frustración de Fernando Alonso es todavía mayor a sabiendas de la dificultad de adelantamiento de la angosta trazada de Zandvoort. Lo tendrá que probar con el DRS y aferrarse a la estrategia de un equipo que, esperamos que esta vez, reme en favor del asturiano y no le haga el vacío. Eso sí, el domingo se podrá revivir una lucha entre compañeros de equipo como pasó en el GP de Hungría. Esta vez, quien sabe si todavía más al límite después de trascender la noticia que el '14' dejará de ser piloto de Alpine a la conclusión de la presente temporada.