El Real Madrid sigue sin encontrar seguridad en defensa, y algunos jugadores se han convertido en auténticos quebraderos de cabeza. Fran García volvió a evidenciarlo en el duelo contra el Celta, expulsado en cuestión de segundos tras recibir dos amarillas que parecían de niños, su actuación volvió a poner de manifiesto que su nivel está muy lejos de lo que exige un club de la magnitud del Madrid. Cada vez que pisa el césped, resta más que suma, y su presencia se ha convertido en un problema recurrente que amenaza con desestabilizar al equipo. Xabi Alonso, que confió en él y apostó por su potencial, ha visto cómo la paciencia se agotaba. Para el entrenador, mantener a Fran García ya no es una opción y la venta se presenta como la única salida viable.
El fin de un ciclo marcado por la irregularidad
Desde su llegada al primer equipo, Fran García ha alternado momentos aceptables con errores graves que han costado puntos al Madrid. El partido ante el Celta fue la gota que colmó el vaso: no solo se mostró desbordado en defensa, sino que sus decisiones erráticas y su incapacidad para controlar el juego provocaron situaciones de riesgo constante.
La expulsión temprana fue un síntoma más de su fragilidad en partidos exigentes. Mantenerlo en la plantilla supondría un riesgo que Xabi Alonso no está dispuesto a asumir, especialmente cuando el equipo necesita estabilidad en una línea defensiva que ya ha sufrido demasiado esta temporada. Su futuro parece claro: fuera del Santiago Bernabéu, liberando una plaza para reforzar la defensa con alguien que aporte experiencia, autoridad y fiabilidad.
La venta como única solución
La situación de Fran García refleja un problema que el Madrid ya no puede ignorar. Ni la juventud ni las oportunidades le han salvado del juicio de Xabi Alonso, quien ahora da por perdido su ciclo en el equipo. La venta no solo es la solución más lógica: es la única manera de cerrar un capítulo marcado por la irregularidad y las decepciones.
Así pues, cada partido que juega, cada error cometido, recuerda que su continuidad podría ser un lastre para el rendimiento del equipo. La directiva y el cuerpo técnico saben que un lateral sin garantías no puede ocupar un puesto en el Real Madrid actual, y la salida de Fran García parece inminente. Su etapa blanca ha terminado antes de lo esperado, y ahora toca buscar un destino que le permita rehacerse mientras el Madrid fortalece su defensa con alguien a la altura de sus exigencias.
