Marcus Rashford sigue estando en el centro de atención, y ha ganado fuerza para aterrizar en el Barça después de conocerse la renovación vitalicia de Nico Williams por el Athletic Club de Bilbao. Tal y como están las cosas, él y Luís Díaz han quedado como los grandes favoritos para reforzar el ataque, y Joan Laporta y Deco siguen valorando de forma muy positiva su posible desembarco, que sería en unas condiciones realmente favorables.
A diferencia de la estrella del Liverpool, tendría un coste muy apetecible, que en ningún caso superaría los 50 millones de euros. A priori, la intención que existía en el Camp Nou era poder llegar a un acuerdo para la cesión del astro inglés, con una opción a compra no obligatoria, pero el Manchester United ya se ha encargado de dejar claro que no se plantea un nuevo préstamo, y que busca una venta definitiva, ya que no entra en los planes.
Desde la llegada de Rubén Amorim fue relegado al ostracismo, y se vio obligado a hacer las maletas, una situación idéntica a la cual se encuentra ahora. De hecho, le han quitado el dorsal ‘10’ que era de su propiedad, y ahora está en manos de Matheus Cunha, firmado recientemente desde el Wolverhampton Wanderers. Su futuro estará lejos de Old Trafford, y ya ha manifestado su intención de probar suerte lejos de la Premier League.
Y el Barça es la opción que más le seduce y le convence con diferencia, así que se ha mostrado dispuesto a hacer un esfuerzo económico importante, aceptando una rebaja considerable del elevado sueldo que percibe. Pero Rashford pone una condición indispensable para acabar a las órdenes de Hans-Dieter Flick, y es que desea que le garanticen un papel importante, y que tendrá muchos minutos y continuidad, para tratar de recuperar su mejor versión.
No se conformará con ser suplente habitual o un simple revulsivo, y desea tener un rol protagonista, como ha tenido en las filas del Aston Villa durante estos últimos seis meses.
Rashford, obsesionado con ir al Mundial de 2026
Evidentemente, el objetivo de Rashford es poder acudir al Mundial de 2026, y regresar a las convocatorias de la selección inglesa. Ahora que Gareth Southgate ya no está, espera poder convencer a Thomas Tuchel, el nuevo entrenador, pero para eso, necesita jugar habitualmente.
Si en el Barça no le prometen que esto sucederá, no tendrá ningún problema a la hora de decir adiós.